el camino de la Ždemocracia disciplinadaŽ

¿Y Than Shwe? ¿Cuál será su papel? Son las preguntas que se hace todo el mundo acerca de aquel cartero de la Birmania colonial que se alistó en el ejército y acabó dirigiendo el país con puño de hierro durante las últimas dos décadas. Los próximos al régimen sugieren que este militar que acaba de cumplir los 78 años podría retirarse. Sin embargo, la mayoría de analistas opinan que Than Shwe, después de haber sembrado el terror en el país, se asegurará el control de alguna palanca de poder - en segundo plano-que le permita evitar cualquier tipo de venganza y garantizar así su seguridad, la de su familia y la de su clan de afines.

El Parlamento de Birmania eligió ayer al ex general Then Sein como nuevo presidente del país. Se trata del primer mandatario civil que dirigirá el país asiático en medio siglo. Era la última etapa de la hoja de ruta diseñada por el general Than Shwe, que ha dirigido el país con mano de hierro desde 1992, para convertir una dictadura militar en un régimen civil controlado por el ejército.

El nombramiento de este ex general de 65 años, que colgó el uniforme en la primavera del año pasado - al igual que muchos otros militares-para presentarse a las elecciones del pasado noviembre, estaba cantado. Sumó los votos de su Partido de la Solidaridad y del Desarrollo de la Unión (USDP), que ganó las alecciones con el 77% de los sufragios, más los de los militares designados directamente por el régimen y que representan una cuarta parte de los escaños parlamentarios.

Con esta elección, la junta militar, que ha dirigido el país en los últimos veintidós años, dio un paso decisivo para darle una capa de barniz civil a un régimen militar que seguirá tutelado por los uniformados. Se trata de la última etapa de la hoja de ruta hacia una democracia disciplinada,que la junta militar que preside Than Shwe puso en marcha en el año 2003 y en el que Then Sein ha sido uno de los hombres clave.

A partir de ahora, este hombre, que los analistas creen relativamente incorrupto, acumulará todos los poderes. Además de presidir el gobierno, encabezará el poderoso Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, un nuevo organismo militar de control.

Sin embargo, los analistas no esperan que Then Sein impulse la democratización del país. "No va a mover nada. No es un dragón que escupe fuego, así que no supone ninguna amenaza para Than Shwe, que seguirá ejerciendo el poder absoluto", señala Aung Zaw, director de la revista Irrawaddy,que se edita en Tailandia y es crítica con el régimen.

Y es que Then Sein, que entró en el ejército cuando tenía dieciocho años, ha sido hasta ahora el fiel lugarteniente de Than Shwe. Benedict Rogers, autor de una biografía de Than Shwe, describe al nuevo mandatario como "un hombre misterioso que ha progresado silenciosamente bajo la tutela de Than Shwe, hacia quien profesa una lealtad total". Así, nadie cuestiona que su promoción a la presidencia del país es la recompensa a esta fidelidad.

El nuevo presidente se convirtió en 1997 en el miembro más joven del Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo, (SPDC), nombre oficial de la junta militar. poco después, el politburó birmano le designó para presidir la Convención Nacional que a lo largo de diez años se encargó de redactar la nueva Constitución del país, que fue aprobada a través de un referéndum en el 2008.

Poco a poco fue escalando puestos en el seno de la junta militar, hasta que en el 2004, Than Shwe le nombró secretario del SPDC, coincidiendo con la defenestración del entonces primer ministro, el general Khin Nyunt.

En el 2007 fue ascendido a primer ministro, cargo que ha desempeñado hasta su elección para suceder al líder. Desde entonces se convirtió en el rostro del régimen birmano en los foros internacionales, como la ONU, donde pidió el levantamiento de las sanciones que pesan sobre su país, o la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).

A partir de ahora, Then Sein deberá decidir si adopta la cara más oscura del régimen o asume la necesidad de avanzar y dialogar con la oposición, personificada en Aung San Suu Kyi.

5-II-11, I. Ambrós, lavanguardia