Palestina, Yemen, Bahrein...

Los vientos de Egipto llegan a la Autoridad Nacional Palestina, que cambia el Gobierno y convoca elecciones para septiembre. El Ejecutivo de la ANP presentó ayer su dimisión al presidente Mahmud Abas, en una acción considerada como un intento de alejar las protestas populares, inspiradas en las revoluciones de Túnez y Egipto. La idea es cambiar las caras de un ejecutivo desprestigiado, pero manteniendo en su puesto al primer ministro Salam Fayad, que goza de gran apoyo internacional.

Abas y Fayad quieren demostrar a los palestinos - 2,5 millones en Cisjordania y 1,5 millones en Gaza-que apoyan las reformas exigidas en gran parte del mundo árabe. Durante las próximas dos semanas, Fayad remodelará al Gobierno para incluir ministros de todas las tendencias, y no sólo de Al Fatah. "Va a haber un cambio notable en la composición del gobierno", recalcó a La Vanguardia una fuente de la Muqata, la sede gubernamental de Ramala. / H. Cymerman

Las protestas en Yemen contra el presidente Ali Abdulah Saleh y también en Bahréin contra el rey Hamad Bin Isa al Kalifa se volvieron ayer violentas. Un muerto y una veintena de heridos hubo en el emirato del golfo, mientras que en Yemen la jornada se saldó con 17 heridos.

Las manifestaciones en Yemen cruzaron un punto crítico: aumentaron su base social y provocaron la respuesta violenta del régimen.

Hubo doce heridos en Taiz y cinco en Saná, además de decenas de detenidos. Las miles de personas reunidas en Saná por cuarto día consecutivo piden la caída de Saleh y un nuevo régimen de libertades. Los manifestantes no pertenecen a ningún partido. La mayoría son estudiantes, abogados y activistas pro derechos humanos. Se concentran a diario frente a la Universidad, donde ayer se enfrentaron a varias decenas de matones enviados por Saleh. Estos alborotadores, armados con piedras, palos y dagas, atacaron a los opositores tras invocar al presidente.

La onda expansiva egipcia también golpeó ayer Bahréin, otro firme aliado de Washington. La policía utilizó gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes en 16 poblaciones, incluida Manama, la capital. Uno de estos proyectiles mató a un joven manifestante en Al Dih.

El fuerte despliegue policial, también en Manama, provocó unos 20 heridos. La protesta se convocó a través de las redes sociales. El grupo de Facebook cuenta con unos 14.000 seguidores que piden la reforma del régimen oligárquico. La monarquía constitucional, con un Parlamento debilitado, está en manos de la minoría suní. Los chiíes son el 70% de la población y se sienten discriminados.

15-II-11, agcs, lavanguardia