hace 25 años, ¿quién mató a Olof Palme?

A los 25 años de los hechos, el asesinato del primer ministro sueco, Olof Palme, sigue alimentando toda clase de interrogantes y teorías conspirativas. Y es que el dramático magnicidio no sólo marcó un antes y un después en la historia interna de Suecia, que hasta entonces había gozado de escasa proyección internacional, sino que truncó de cuajo los sueños de esperanza e igualdad que el líder socialdemócrata había inspirado en millones de ciudadanos, tanto dentro como fuera de su país.

"Olof Palme llevó el mundo a Suecia pero sobre todo situó a Suecia dentro del mundo", sintetiza en declaraciones a La Vanguardia Olof Ruin, politólogo de la Universidad de Estocolmo y amigo de Palme, con quien compartió ideales de juventud.



"Le conocí en el colegio, teníamos la misma edad. Éramos muy activos en política estudiantil y los dos nos fuimos a Estados Unidos a descubrir mundo. Luego nos afiliamos al Partido Socialdemócrata y trabajamos juntos en los años sesenta, hasta que al final yo me decanté por la vida académica y él prefirió seguir en la política", recuerda Ruin, que mantuvo siempre viva su amistad con el desaparecido premier,como demuestra el hecho de que sus esposas se conocieran y sus hijos llegaran a ser muy amigos.

Sin dudarlo ni un momento, el profesor emérito destaca que el principal legado de Palme se encuentra en el convencimiento con que afrontó los temas de política internacional. Pese a dirigir un país poco relevante a escala mundial, Palme "criticó sin pelos en la lengua a Estados Unidos, sobre todo en relación a la guerra del Vietnam y al liberalismo económico". Quizá esta es la razón por la que algunas de las teorías que han tomado cuerpo a lo largo de los años indican que la CIA podría ser artífice de su asesinato. Sin embargo, su acalorado discurso contra el apartheid sudafricano también ha alimentado especulaciones, así como el Chile de Pinochet o incluso seguidores de Franco, a quien Palme llegó a definir como un "maldito asesino".

"En efecto, la debilidad de Olof Palme es que era demasiado agresivo en el debate político", admite Ruin, quien destaca las diferencias que existen entre el Partido Socialdemócrata de entonces con el actual. Si Olof Palme saliera hoy de la tumba, "le habría gustado ver una socialdemocracia más franca en temas de política internacional", mientras que en el ámbito de la política interna, "le decepcionaría ver que el mercado es demasiado fuerte frente a un Estado cada vez más débil".

Palme fue asesinado en el centro de Estocolmo el 28 de febrero de 1986, cuando salía del cine acompañado por su esposa, Lisbet, que resultó herida. Pese al cuarto de siglo transcurrido y a no contar con un sospechoso concreto, Suecia se resiste a cerrar la investigación sobre el asesinato de un mito.

1-III-11, G. Moreno, lavanguardia