´Corazón tan blanco´, Màrius Carol

Un millón de euros de nuestros impuestos pagará el Gobierno al Real Madrid para que publicite España como destino turístico bajo la marca Visit Spain.La iniciativa del ministro de Industria, Turismo y Comercio sorprende. Y sobre todo desconcierta. En unos momentos en que se recortan políticas sociales porque los tiempos son difíciles, se entrega un generoso cheque a un club de fútbol. Pero lo que es peor: si un club presenta la imagen del nuevo rico y de la entidad dispuesta a gastar de forma desorbitada para conseguir sus objetivos este es el Madrid. Una entidad que ha gastado 310 millones de euros desde que Florentino Pérez llegó al club hace año y medio -por cierto, en plena crisis económica- recuerda a una España cuyos excesos la han llevado a la UVI y no remite a ese otro país de la esperanza que se supone que el Gobierno quiere explicar al mundo. Pero, además, se trata de un equipo que no apuesta por la cantera, que sería una metáfora de las nuevas generaciones, y en cuyo equipo titular los españoles son una minoría (el sábado, el equipo madridista lo integraban tres españoles y ocho extranjeros), lo que no parece que sea la metonimia de quienes creen en su gente.

Es posible que el ministro Sebastián haya atendido a los estudios que consideran al Real Madrid una gran marca global. Estos informes se refieren al conocimiento de la marca, que sin duda es grande, pero no aportan nada acerca de los valores a los que se asocia. Sobre todo, de un tiempo a esta parte, no por el hecho de que no gane títulos, sino por lo que está dispuesto a hacer para conseguirlo. Tampoco ayuda el discurso de la tensión permanente de Mourinho, que arremete contra los árbitros, los equipos rivales, los entrenadores ajenos e incluso contra aquellos que fijan los horarios (es decir, la Federación Española de Fútbol y los clubs). El Madrid tiene un himno que habla del señorío, pero su míster debe de conocer sólo la música del cántico. ¿A alguien le extraña que el equipo blanco sea recibido de uñas en todos los campos de España en los últimos meses?

No tiene ni pies ni cabeza que, disponiendo de un acuerdo similar con la selección española, donde no hay foráneos, donde impera la filosofía Guardiola en el campo y en el vestuario, donde Vicente del Bosque se ha ganado el cariño de la afición por su respeto del rival y por su humanidad como persona, se repita la operación con un club. La selección, que cobra 850.000 euros por el contrato de colaboración firmado tras su éxito en Sudáfrica, representa también el triunfo del trabajo bien hecho, la victoria gracias a la unidad del colectivo, la modernidad por su estilo de juego. Que ahora el instituto Turismo de España (Turespaña) recurra al Real Madrid sólo se entiende si hay algún dirigente que tiene el corazón tan blanco como Florentino Pérez.

2-III-11, Màrius Carol, lavanguardia