´¿Sólo las ruedas?´, Francesc-Marc Álvaro

Las buenas ideas no pueden quedar a medias. El ministro Sebastián, hombre de una capacidad inventiva sin parangón, ha propuesto que cambiemos las ruedas de nuestros vehículos para, así, gastar menos combustible. ¿Cómo es que no se le había ocurrido antes a nadie? Según el Ministerio de Industria, un neumático nuevecito y, por tanto, más eficiente, permite ahorrar hasta 0,3 litros de gasolina por cada 100 kilómetros. El ministro, no obstante, no ha precisado si es necesario proceder al recambio de todas las ruedas del vehículo o el milagro ya opera al sustituir únicamente un par de ellas. De momento, los fabricantes deben de estar la mar de contentos, pues Sebastián ha dicho que se subvencionarán 240.000 neumáticos, aunque no sabemos muy bien de dónde saldrán los recursos. Dios proveerá.

Los tiempos difíciles alumbran grandes eminencias. Sebastián, incomprendido hasta hoy, va camino de convertirse en el profeta que nos guiará hasta la salida del túnel. ¿Acaso no es digna de admiración otra de sus propuestas, consistente en que los edificios públicos cierren más temprano para ahorrar electricidad? Los genios se inspiran unos a otros. Por ejemplo, el año pasado, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, declaró festivos todos los días de la Semana Santa para ahorrar energía, lo cual no deja de ser interesante en un país tan rico en petróleo. Y algunos meses antes, para combatir la severa sequía, el caudillo venezolano teorizó ampliamente sobre el tiempo necesario para tomar una ducha sin convertirse uno en enemigo del Estado: "Yo lo he contado: tres minutos es más que suficiente, no quedo hediondo; un minuto para mojarse, otro para enjabonarse y el tercero para enjuagarse, lo demás es un desperdicio". Sebastián, inconformista y creativo, no está muy lejos de la audacia del líder de la revolución bolivariana, el cual amenaza a los centros comerciales con cortarles el suministro eléctrico si no se compran sus propios generadores. Eso sí es gobernar.

¿Por qué conformarse únicamente en cambiar los neumáticos de nuestro turismo? Completamente gratis y sin compromiso, le brindo al ministro otras posibles medidas que van en su misma línea: evitar todo desplazamiento fuera del hogar salvo el imprescindible para ir y venir del trabajo; sustituir las calefacciones domésticas por mantas zamoranas; desconectar tele, radio y ordenador todas las noches y hacer más el amor (obligatoriamente a oscuras), pero evitando multiplicar el número de duchas; ingerir todos los alimentos crudos y buscando las sensaciones que experimentó en su día el hombre de Atapuerca; promocionar el juego de la gallina ciega y las veladas románticas a la luz de la luna; aprender a tocar instrumentos tradicionales (siempre unplugged)y, en fechas señaladas, invocar a los espíritus con la ouija. A los fantasmas no hace falta, ya están aquí.

4-III-11, Francesc-Marc Álvaro, lavanguardia