¿derecho a voto?: ¡por residencia! (pago impuestos: voto)

En las elecciones municipales del 2007, 1,2 millones de personas tenían derecho a voto en Barcelona. La población de la capital catalana superaba los 1,5 millones de habitantes. Cuatro años después, en las elecciones municipales de mayo, tendrán derecho a votar 1,1 millones de electores a pesar de que la población supera ahora los 1,6 millones. En resumen, Barcelona tiene más habitantes pero, en cambio, tiene menos electores. No es un fenómeno extraordinario. A muchos municipios catalanes les ocurre lo mismo. Su población se ha incrementado gracias a la inmigración (el repunte de la natalidad no es relevante), pero esa población carece, mayoritariamente, del derecho a votar.

Sólo el 14% de los inmigrantes no comunitarios residentes en Catalunya que podrían ejercer su derecho al voto en las elecciones municipales de mayo se han inscrito en el registro de la Oficina Electoral. A diferencia de lo que ocurre con los ciudadanos nacionales, que adquieren el derecho al voto tan pronto han cumplido los 18 años, los extranjeros residentes en España deben cumplir numerosos requisitos. No todos tienen derecho a votar aunque lleven muchos años residiendo de modo estable en España.

     

Todos los ciudadanos oriundos de otros países de la Unión Europea empadronados en España gozan de este derecho en las elecciones municipales y las autonómicas. De igual modo, también pueden alcanzar el derecho los nacionales de aquellos países extracomunitarios que cuentan con un convenio de reciprocidad. Es decir, aquellos en los que los residentes españoles también pueden votar en sus elecciones regionales y locales.

En este último grupo de países figuran actualmente Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Cabo Verde, Islandia, Noruega, Nueva Zelanda, Paraguay y Perú. Sus nacionales podrán votar en las municipales del 22 de mayo siempre y cuando acumulen cinco años de residencia legal en España con la salvedad del caso de los noruegos, en los que el tiempo de residencia se reduce a tres años.

Los extranjeros que cumplen estos requisitos en Catalunya han recibido una comunicación de la Oficina Electoral invitándoles a iniciar un largo proceso que, en el caso de los extracomunitarios, es, aseguran las organizaciones de inmigrantes, tan complejo como poco estimulante del voto.

Los comunitarios lo tienen más fácil. Posiblemente esa sea la razón por la que, en su caso, el número de ciudadanos que se han registrado para votar en las municipales es mucho más alto y supera el 49% de los que tenían derecho a inscribirse.

De hecho, la comunidad de residentes italianos representa el grupo más importante de extranjeros que tendrán algo que decir en la pugna por las alcaldías catalanas. En total suma 11.270 electores registrados. La otra comunidad de votantes más importante es la rumana, seguida de la francesa y la alemana.

Respecto de los países extracomunitarios con un mayor número de electores, en primer lugar figura Ecuador seguido de Colombia o Perú. Bolivia, a pesar de que se trata de una comunidad numerosa en Catalunya, tiene un número de representantes muy bajo en el censo, entre otros motivos, porque el convenio con este país se cerró recientemente. En el orden de las anécdotas. sólo una caboverdiano de Tarragona, tiene derecho a voto en toda Catalunya. También el acuerdo con este país es muy reciente.

¿Los partidos piensan en estos mercados electorales? Curiosamente, sus campañas se centran más en los grupos extracomunitarios que en los comunitarios a pesar de que, en realidad, a efectos electorales, son más numerosos.

Otra caso son los municipios más pequeños donde una pequeña comunidad de inmigrantes, comunitarios o no, puede ser decisiva la consecución de una alcaldía. En esas circunstancias, el voto inmigrante puede ser clave.

9-III-11, J.V. Aroca, lavanguardia