entrevista a Luis Moreno Ocampo, fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional

Luis Moreno Ocampo, de 58 años de edad, fiscal argentino que acusó a las juntas militares y fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI) desde su creación en el 2003, informará el próximo 4 de mayo al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas acerca de las investigaciones, prácticamente terminadas, en torno los crímenes de lesa humanidad cometidos durante años por Muamar el Gadafi. Tras el informe, el TPI - o la Corte, como denominan a este tribunal en La Haya-emitirá una orden internacional de detención contra el líder libio. "En ese instante - explica el fiscal-los estados del Consejo, que es el denunciante, tendrán que apañárselas para capturar al líder libio sin caer en los errores de Iraq".

¿Cómo funciona su fiscalía? Toda persona desde cualquier lugar del mundo puede enviar noticia sobre genocidios o crímenes de lesa humanidad. Pero yo decido y no estoy obligado a tomar ninguna decisión. En cuanto a la organización, hay fiscales que acusan en juicio, los hay especializados en investigación como si formaran una policía, y los hay que se ocupan de las relaciones internacionales como una combinación de los ministerios españoles de Exteriores y Justicia. Somos una fiscalía sin estado.

¿Cuándo entran en acción?

Verá. Es difícil. Primero investigamos los genocidios o los crímenes de lesa humanidad, cuando nadie lo hace, cuando el estado que los padece no puede investigarlos o cuando ese estado los esconde. Investigamos casos casi imposibles de indagar. Después decidimos cuándo intervenimos. Y esa es la parte más complicada, ya que no soy el fiscal del mundo. Soy el fiscal de 115 estados-parte.

Si se comete un crimen en mi jurisdicción, que son esos 115 estados-parte, intervengo; pero si se comete en Birmania, en Sri Lanka, en Zimbabue, en Iraq, en Líbano, por ejemplo, como no son de mi jurisdicción lo lamento pero no puedo intervenir.

¿Y en España?

Un crimen masivo en España entra en mi jurisdicción y yo diría, por ejemplo, que el ataque de Al Qaeda en los trenes de Madrid fue un crimen de lesa humanidad. Sin embargo en España los jueces hicieron su trabajo y por lo tanto no hizo falta la intervención del TPI.

¿El caso de Libia avanza?

Estamos a muy pocas semanas de tener listo el caso de Libia. Quiero respetar al Consejo de Seguridad de la ONU. Por eso acudiré a Nueva York el 4 de mayo para explicarles dónde estamos, tal como me lo encargaron. Les informaré y daré la fecha en que presentaré el caso oficialmente.

¿Y entonces?

El Consejo de Seguridad, y esto es muy importante, deberá debatir cómo se va a llevar a efecto una orden de detención en Libia. Hasta ahora estas órdenes las deben cumplir las autoridades nacionales del país, que es el problema de Darfur y del presidente Bashir de Sudán, que no cumple con su propio arresto. Así que Libia puede seguir el camino de Bashir o ser diferente. Los estados ya pueden buscar en el Consejo de Seguridad una alternativa para llevar a efecto una orden de arresto - contra Gadafi-y demostrar que el mundo aprendió en Iraq. Creo que ya pueden ir pensando en cómo hacer cumplir un mandato internacional de detención emitido por esta corte.

¿Cuáles son los crímenes de Gadafi?

La gente habla de Bengasi, y lo que es grave para el TPI es lo que ha sucedido en Trípoli, en la capital, donde se toman las decisiones.

No en Bengasi, donde se combate. En Trípoli, cuando las fuerzas de seguridad del Gobierno creen que alguien no es leal lo detienen, lo torturan y lo pueden matar. ¿Y quién protege a esa persona? Nadie. Los responsables deben pagar y para ello hay que detener y juzgar a los criminales.

En el caso de Libia trabaja la fiscal Dolores Delgado...

Llamé a Delgado debido a que tiene mucha experiencia en grandes casos en lo que hay que combinar indicios. Y eso aquí no se practica demasiado. Aquí siempre esperan tener la confesión de un miembro de la banda y en cambio la fiscal española puede reconstruir los hechos con indicios hasta llegar a la convicción de lo sucedido. Con su método necesitaremos menos testigos.

Libia, Costa de Marfil, Sudán, Uganda, Congo, Kenia. Imagino que en su espíritu está evitar situaciones como la de Sadam Husein, que acabó ahorcado y en YouTube.

Creo que Libia es una muestra de que la humanidad ha evolucionado, pues la reacción es distinta a la del caso de Iraq. Esta vez los quince países del Consejo de Seguridad se pusieron de acuerdo en que no podía ocurrir lo que sucedió en Iraq. Hay que proteger a Libia y no procede la invasión, y a esa decisión se suma la Liga Árabe.Hay justicia. Estamos ante un modelo totalmente diferente y no se si nos hemos dado todos cuenta pero la humanidad ha cambiado, ha avanzado.

Quizás la globalización ha influido...

Es que la tecnología acerca a la gente. Antes los crímenes que ocurrían en otro país no eran cercanos, no importaban. La distancia en el espacio reduce mi capacidad moral. Ahora los crímenes que ocurren en Libia nos los muestran al momento, pasan en mi salón porque están en mi televisor. Eso hace también que los terroristas puedan afectar a todo el mundo. El mundo es una comunidad y por eso le hace falta ley y por eso le hace falta un TPI.

¿Cabe la posibilidad de que el TPI investigue a los desaparecidos del franquismo, teniendo en cuenta que el delito permanece mientras los desaparecidos no aparezcan?

No podemos investigarlos. Ese asunto tuvo su discusión específica en Roma, cuando se creó este tribunal. El pasado dividía y el futuro unía. Así que se acordó que las desapariciones que nos conciernen tienen que producirse a partir del 1 de julio del 2002 y no tenemos ninguna posibilidad de mirar antes de esa fecha. Por otra parte, no puedo opinar sobre ningún caso pendiente, de modo que no puedo opinar sobre lo que le sucede a Garzón. Esa jurisdicción no es la mía. Es la de España.

¿Qué opina de lo que le está pasando al juez Garzón?

Sobre Garzón puedo decirle que le conozco desde hace muchos años. Lo conocí cuando era fiscal en Argentina e investigaba a una juez argentina. Trabajamos juntos en eso. Y después a lo largo de mi vida nos hemos encontrado en muchos lugares. Es el juez de mayor experiencia del mundo en investigar crímenes masivos. Por eso quería que viniera a este tribunal, en particular por el caso que tenemos en Congo, en Kivu, donde hay un grupo de ex genocidas de Ruanda pero con líderes nuevos que pretendían volver a Ruanda y matar de nuevo. A mi me parecieron iguales a Batasuna, y de hecho yo estaba en Madrid cuando Garzón sacó la orden contra Batasuna (4 de octubre del 2007) y recuerdo haber discutido con él sobre este asunto en aquel momento. Hacía años que le venía pidiendo que me ayudara con ese caso y cuando se produjo el problema que tiene le dije: es la oportunidad, ¿por qué no vienes? A mi me viene perfecto, está trabajando en el caso de Kenia, me ayuda con el asunto de Libia y con el tema de Colombia.

13-IV-11, E. Martín de Pozuelo, lavanguardia