grave patología en la concesión del carnet de conducir

El Partido Radical italiano ha formulado una interpelación parlamentaria a los ministros de Transportes y Defensa después de que a un joven se le denegara la renovación del carné de conducir por ser homosexual. En el requerimiento parlamentario se solicita que se ponga fin a este tipo de discriminaciones de origen homofóbico.

Cristian Friscina acudió a un hospital militar de Bari ( sureste de Italia) a hacerse el reconocimiento médico para renovar el permiso. Tras el análisis médico, el doctor certificó que sufría "graves patologías" que pudieran afectar a la seguridad en la conducción. La base del diagnóstico es la homosexualidad de Cristian.

El Partido Radical y la asociación de gays italiana ARCIGAY encabezan esta causa para denunciar este ejemplo de discriminación sexual que aún existe en Italia.

Es el segundo caso en Italia en poco tiempo que a una persona se le niega la renovación del carné de conducir por homosexual. En la ocasión anterior, un Tribunal de Catania condenó a los ministerios de Defensa y Transportes a resarcir con 20.000 euros al joven a quien también se le denegó la renovación del permiso de conducir debido a su tendencia sexual.

12-V-11, I. Díez, rtve

Es homosexual: ese es el motivo por el que las autoridades italianas han negado a una persona la renovación del carné de conducir. "Padece graves patologías que podrían resultar un impedimento para la seguridad de la conducción" han alegado para no renovarle a Cristian Friscina, un italiano de 28 años de la localidad de Brindisi (en la provincia de Puglia, al sur del país) el carné de conducir. La "grave patología" que padece Friscina es que es gay, lo que según las autoridades hace que en términos psicofísicos sea "no idóneo para tener el permiso de conducir".

Las asociaciones gays y el Partido Radical, conocida por su feroz defensa de los derechos civiles y personales, han puesto el grito en el cielo. Pero lo cierto es que la noticia ha pasado bastante desapercibida en Italia, un país por otro lado donde se suceden las agresiones contra los gays y los actos de homofobia.

Hace unos días, por ejemplo, la única parlamentaria declaradamente homosexual de Italia - la diputada Ana Concia, miembro del Partido Demócrata, el principal de la oposición de centro izquierda - fue insultada cuando iba caminando por la calle de la mano de su pareja. "Lesbiana de mierda, te tendrían que mandar a los hornos crematorios", la soltó un tipo, que incluso le levantó la mano y a punto estuvo de pegarla.

Y la semana pasada dos gays fueron condenados a pagar 2.000 euros porque en julio de 2007 los dos chicos mantuvieron junto al Coliseo efusiones consideradas por el juez como "contrarias a la decencia pública".

Por no hablar del vicepresidente del Consejo Nacional de Investigación, el señor Roberto De Mettei, quien declaraba recientemente ante los micrófonos de la católica Radio María que el imperio romano cayó por haberse extendido la homosexualidad y que las catástrofes naturales, como el reciente terremoto de Japón, son consecuencia "de la justicia de Dios".

Tampoco Silvio Berlusconi se queda atrás. En pleno escándalo por sus fiestas bunga-bunga, el primer ministro italiano se justificó hace unas semanas diciendo: "Mejor eso que ser gay...".

11-V-11, I. Hernández, elmundo