´La ignorancia de hoy en día´, Massimo Pigliucci

Somos masas ignorantes inundadas de información.

Es posible que la humanidad siempre haya sufrido de escasez de pensamiento crítico. Por eso seguimos permitiendo que se nos trate de convencer de apoyar guerras injustas (por no mencionar el morir en ellas), o votar por personas cuyo trabajo principal parece ser acumular tanta riqueza para los ricos como les sea posible. También eso puede explicar por qué tanta gente se deja engañar por médicos que les venden costosísimas píldoras de azúcar y por qué seguimos el consejo de famosos del espectáculo (en lugar de médicos reales) sobre si es conveniente vacunar a nuestros hijos. Sin embargo, la necesidad de pensamiento crítico nunca ha sido tan urgente como en la era de internet. Por lo menos en los países desarrollados - pero cada vez más en los subdesarrollados también-el problema ya no es el acceso a la información, sino la falta de capacidad de procesarla y darle sentido.

Desafortunadamente, es improbable que las universidades, las escuelas de secundaria e incluso las elementales se decidan a incorporar cursos de introducción al pensamiento crítico. La educación se ha transformado cada vez más en un sistema de mercancías en que mantiene satisfechos a los clientes (antes alumnos) con planes de estudio personalizados, mientras se los prepara para el mercado laboral (en lugar de recibir preparación para convertirse en seres humanos y ciudadanos responsables). Esto puede y debe cambiar, pero para ello se requiere un movimiento de base que utilice blogs, revistas y periódicos en línea, clubs de lectura y espacios de encuentro, y cualquier otro recurso que pueda contribuir a la promoción de oportunidades de desarrollo de habilidades de pensamiento crítico. Lo que está en juego es nuestro futuro.

 

16-V-11, Massimo Pigliucci, profesor de filosofía del Centro de Estudios Superiores de la Universidad de Nueva York, lavanguardia