ŽLa juez AlayaŽ, Enric Juliana

En Sevilla no se habla de otra cosa. Se hace un religioso silencio cuando la ven pasar. Esbelta, buen porte, siempre seria, algunas mañanas con chaqueta corta y vaqueros, y algunos días, los de mayor chismorreo, trajinando una maleta con ruedecillas se supone que repleta de papeles. Los pufos del Real Betis Balompié, o los expedientes de regulación de empleo visados por la Junta de Andalucía en los que una mano invisible ha colocado a un amigo o a un pariente de uno que conoce a otro que tiene buena mano en el partido. En Sevilla no se habla de otra cosa que del coraje y el misterio de doña Mercedes Alaya, titular del juzgado de instrucción número 6.

Además de las pruebas para presumir la existencia de un delito societario, hay que tener coraje en Sevilla para apartar a Manuel Ruiz de Lopera de la presidencia del Betis y colocar tres interventores judiciales al frente del club. Es el primer equipo que asciende a Primera División dirigido desde el juzgado. El cacique ha caído y los béticos de toda la vida hablan con rendida admiración de la metódica mujer que también ha puesto en jaque al aparato clientelar del PSOE. En España queda gente que hace bien su trabajo. Hay esperanza.

20-V-11, Enric Juliana, lavanguardia