Junto a él, han sido inscritos en la lista de investigados el director del espacio informativo "TG1", Augusto Minzolini, y el director provisional del "TG2", Mario De Scalzi, de las cadenas públicas de televisión Rai1 y Rai2, informaron hoy los medios de comunicación italianos.
Los hechos se refieren a las cinco entrevistas concedidas por Berlusconi a varios espacios informativos de cadenas públicas y privadas de su propiedad durante la tarde del 20 de mayo, en plena campaña electoral ante la segunda vuelta de los comicios municipales y provinciales que se cerraron hoy en Italia.
Esas entrevistas fueron denunciadas por Emma Bonino y Marco Cappato, representantes del partido Radicales Italianos, al considerar que se trataba de "anuncios electorales absolutamente prohibidos en los informativos", tanto por los temas tratados como por su escenografía.
Berlusconi fue entrevistado en calidad de líder de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), por los programas "Tg1", "Tg2", "Tg5", "Tg4" y "Studio Aperto".
Cada espacio realizó su propia entrevista al mandatario, que aparecía en su despacho sentado tras una mesa, con el símbolo de su partido visible.
Según precisaron los medios locales, la inscripción de Berlusconi, Minzolini y De Scalzi en la lista de investigados es consecuencia de la apertura de la investigación a raíz de la denuncia.
En ella se solicitó, además, la confiscación de los archivos originales de los telediarios, las hojas de servicio de los periodistas que realizaron las entrevistas y los apuntes y documentos de las reuniones de redacción, lo que la Fiscalía romana ha desestimado.
La denuncia fue presentada en Milán, donde la Fiscalía de la capital lombarda deberá ahora examinar posibles hipótesis de delito contra los directores de los espacios "Tg4", "Tg5" y "Studio Aperto", pertenecientes a varias cadenas privadas del grupo Mediaset, propiedad de Berlusconi.
Los medios italianos precisaron que el sumario abierto por la Fiscalía de Roma no será trasladado al Tribunal de Ministros ya que Berlusconi es investigado como líder de su partido y no como primer ministro.
Sobre estas entrevistas, que fueron duramente criticadas por la oposición, se pronunció la Autoridad italiana para la Garantía de las Comunicaciones (AGCOM) imponiendo multas de 258.230 euros al "Tg1" y "Tg4" y de 100.000 euros a cada uno de los otros tres espacios por "violar la normativa electoral". EFE, abc
La fiscalía de Roma abrió un fascículo por abuso de poder sobre el mandatario Silvio Berlusconi y los directores de los noticieros de los dos principales canales del ente público de televisión RAI (Tg1 y Tg2) por las entrevistas al primer ministro difundidas el pasado 20 de mayo, informaron fuentes judiciales.
Grabaciones de estas entrevistas fueron entregadas a la fiscalía con una denuncia firmada por la dirigente del Partido Radical, Emma Bonino, en la que se afirmaba que "las intervenciones de Berlusconi, tanto por los temas tratados como por su escenario, que incluyó un símbolo electoral a sus espaldas, constituyen verdaderas propagandas electorales, prohibidas en los noticiarios", según leyes italianas.
El 20 de mayo, tras cuatro días de silencio luego de la primera vuelta de las elecciones locales, Berlusconi intervino no solo en los dos noticiosos RAI sino también en los de los tres canales privados del grupo controlado por su familia (Canale 5, Rete Quattro e Italia 1).
Dos días después, el ente independiente de control de los contenidos de radio y televisión sancionó a los directores de los cinco noticiosos en los que compareció Berlusconi, afirmando que se violó la imparcialidad.
Desafío. En tanto, tras la derrota, ahora Berlusconi debe lograr relanzar su alianza con la Liga del Norte -donde el malhumor por la derrota de Milán es patente- para neutralizar los riesgos de una crisis de gobierno y planificar acciones concretas del ejecutivo antes del fin de la legislatura.
El centro-izquierda, por su parte, debe sacar partido de la dinámica optimista surgida de estas elecciones para fraguar alguna suerte de acuerdo con la oposición centrista y sobre todo ponerse de acuerdo sobre un candidato a premier que armonice las muchas voces contra Berlusconi en una sola propuesta política. ANSA , elpais.uy
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