´Jugar a la ruleta rusa con la bomba nuclear´, Valentí Puig

Cuántas veces se habrán vendido al por mayor los servicios secretos pakistaníes. Cuántas veces habrán traicionado al último pagador. Hasta qué punto Pakistán es un gravísimo riesgo para la estabilidad global. Bin Laden tuvo su última residencia pakistaní a dos pasos de una academia militar. Las distendidas tertulias de los generales pakistaníes y servicios de inteligencia con los líderes del yihadismo y talibanes afganos son una consecuencia más de la multipolaridad. También temerosa de la yihad, la seguridad pakistaní está cobrando de unos para quedar bien con los otros. Es jugar a la ruleta con la clave atómica que va haciendo tictac en Islamabad.

1-VI-11, Valentí Puig, lavanguardia