´El modelo helvético´, Jaime Arias

Sergio Romano, ilustre periodista y diplomático italiano, en respuesta a una de las cotidianas lettere del Corriere escribe que "Suiza es un modelo para Europa". Afirmación que sin duda merece el acuerdo de cuantos conocen bien la Confederación Helvética. Romano evoca el pensamiento y obra del escritor suizo Denis de Rougemont quien, junto a Madariaga, inició en Ginebra las actividades culturales del movimiento europeo, aportando la valiosa experiencia del modélico sistema democrático de su país.

Rougemont batalló toda su vida en favor de la idea federalista, y de su régimen político - "uno de los más estables del mundo"-que aceptaron veinticinco cantones y semicantones. Estados soberanos que, hasta mediados del siglo XIX, se entendieron mediante alianzas seculares. La Constitución federal, explica, fue la manera de "garantizar cada una de esas soberanías, delegando en ellas un parcial poder federal". A la fórmula federalista de estados-naciones propuesta por De Gaulle para la UE, opuso Rougemont su idea desmitificadora, la del superestado sin fronteras ni aduanas, unido por la base común de culturas heredadas, durante siglos, por todos, gentes cultivadas o no. "Fecundas diversidades" que sólo pueden convivir en civilizada libertad.

4-VI-11, Jaime Arias, lavanguardia