nueva hoja de ruta de la oposición cubana

La oposición cubana se une alrededor de una propuesta común para impulsar la transición democrática. Más de 40 disidentes y ex presos políticos y de conciencia de diferentes corrientes y tendencias firmaron el miércoles en La Habana una plataforma que aboga por un cambio pacífico hacia un sistema de libertades, mediante la convocatoria de un "diálogo nacional" que desemboque en elecciones libres para la integración de una Asamblea Constituyente. El documento, bautizado como El camino del pueblo,quiere ser la base de referencia para los gobiernos y pueblos del mundo que quieran apoyar al movimiento democrático cubano.

Elaborada por Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano de Liberación y premio Sájarov 2002 del Parlamento Europeo, la iniciativa propugna una transformación "sin exclusiones", por lo que sugiere la formación de una Comisión Nacional integrada por miembros del Gobierno, la oposición democrática y otros componentes de la sociedad civil para que garantice el debate de ideas. Aboga además por el cese de los mecanismos de vigilancia y represión yel respeto a las libertades de expresión, asociación, culto y de migración interna y externa, así como el derecho de los ciudadanos a presentarse a cargos públicos y al libre acceso a internet, ahora restringido.

Entre los firmantes de la plataforma se encuentran el periodista Guillermo Fariñas, premio Sájarov 2010; Laura Pollán, líder del grupo Damas de Blanco, que reúne a esposas y familiares de presos políticos; Elizardo Sánchez, portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional; la economista liberal Marta Beatriz Roque y el socialdemócrata Manuel Cuesta Morúa, además de varios excarcelados del Grupo de los 75, como se conoce a los disidentes condenados en la represión de la primavera negra del 2003 y que han sido puestos en libertad durante el último año - muchos de ellos exiliados en España-,como Félix Navarro, ÁngelMoya, Guido Sigler y José Daniel Ferrer.

La propuesta sugiere que el pueblo determine soberanamente en un plebiscito los pasos que seguir. "Sólo a los cubanos corresponde definir y decidir sobre los cambios que necesita nuestra sociedad (...). Pero para que los ciudadanos puedan verdaderamente diseñar y construir su futuro, deben ser garantizados por las leyes sus derechos".

En opinión de Sánchez, se trata de "un documento amplio que pretende establecer una base ideológica de convergencia", mientras Payá lo describió como "la hoja de ruta que, con un planteamiento humanista", proclama de manera directa mecanismos para llevar a cabo cambios. Cuesta Morúa apuntó: "Más que un proyecto político, lo que expresa es la voluntad de fijar una posición común en unas circunstancias concretas".

Los disidentes cubanos, que el régimen comunista califica de mercenarios a sueldo de EE. UU., han realizado en los últimos años varias tentativas de unidad, siempre frustradas, enarbolando proyectos de transición que nunca llegaron a concretarse.

15-VII-11, E. Sabartés, lavanguardia