Los tiempos políticos, administrativos y jurídicos suelen ir muy a remolque de los acontecimientos económicos, financieros e hipotecarios, también en Estados Unidos. El viernes pasado la entidad reguladora del sector, la Agencia Federal Financiera de la Vivienda (FHFA, es su sigla en inglés) presentó demandas contra diecisiete grandes bancos y entidades financieras de Estados Unidos - la crêmede la crêmede Wall Street incluyendo siete gigantes extranjeros-para recuperar 196.000 millones de dólares (138.000 millones de euros) perdidos por las agencias de refinanciación hipotecaria (nacionalizadas al 78% el 7/ 9/ 08), Fannie Mae y Freddie Mac, al haber comprado títulos contaminados por activos hipotecarios de alto riesgo vendidos por los implicados en las fronteras del fraude al garantizar que se trataba de activos financieros seguros.
Se trata, sin duda, del intento más claro de establecer responsabilidades jurídicas respecto a la locura de endeudamiento que se adueñó de los estadounidenses entre 2002 y 2007, señalando con el dedo a los que facilitaban el crédito, escondían el riesgo y diseminaban títulos tóxicos en Wall Street, y quitando el foco centrado hasta ahora más bien en quiénes se endeudaron por encima de sus posibilidades pese a que al perder sus viviendas eran las víctimas de un desmadre regulador y financiero del que es difícil culparles. La lista de bancos objeto de la demanda es apabullante: Bank of America, JP Morgan - por 23.000 millones de euros-,Royal Bank of Scotland, Countrywide, Merrill Lynch, Deutsche Bank, Credit Suisse, Goldman Sachs, Morgan Stanley, HSBC, Ally, Barclays, Citigroup, Nomura, Société Generale, First Horizon, GE Capital (filial financiera de General Electric)
La FHFA basa su demanda en que las diecisiete entidades vendieron hipotecas tóxicas valoradas en 189.000 millones de dólares a las agencias de refinanciación hipotecaria Fannie Mae y Freddie Mac basándose en "informaciones económicamente falsas o engañosas y omisiones". Y concretamente "afirmaciones que significativamente sobrevaloraban la capacidad de los prestatarios para hacer frente a la hipoteca". Según la demanda, Bank of America habría vendido 6.000 millones de dólares de estos activos fraudulentos; Merrill Lynch & Co., 24.800 millones; y Citigroup, 3.500 millones.
Aunque se trate sin duda de la más espectacular y potencialmente escandalosa, la demanda de la FHFA no es la primera de las acciones emprendidas por el organismo federal, que gestiona los gigantes hipotecarios desde el 7 de septiembre del 2008, año en que tuvieron que ser nacionalizados para salvarlos de una quiebra catastrófica a causa del estallido de la burbuja inmobiliaria y financiera. El pasado mes de julio, la agencia gubernamental demandó al banco suizo UBS por pérdidas valoradas en 4.500 millones de dólares. El Tesoro de Estados Unidos afirmó en febrero que Fannie Mae y Freddie Mac, que respaldan conjuntamente en torno a 30 millones de préstamos hipotecarios con un valor superior a los 5,5 billones de dólares 3,87 billones de euros), han superado ya el peor momento de sus pérdidas, que cifró en cerca de 200.000 millones de dólares (147.500 millones).
Bank of America reaccionó con la táctica ya empleada por Goldman Sachs en casos individuales: "los inversores conocían los riesgos de los títulos subprime" y las autoridades federales quieren "responsabilizar a otros" de los problemas de ambas agencias.
4-IX-11, M. Estapé Tous, lavanguardia