Tawakul Karman

Ya antes de que comenzaran en países árabes del norte de Áfricay del Oriente Medio, los movimientos populares en favor de la democracia y en contra de sus dictaduras, Tauakul Karman, había empezado su combate pacífico para la protección y la defensa de los derechos femeninos. Es la primera mujer árabe y la persona más joven que recibe el Nobel de la Paz.

En el 2005 fundó su organización de Periodistas sin Cadenas e impulsó, a menudo, protestas callejeras en la plaza de la Libertad de Saná que después se ha convertido en el lugar de las grandes concentraciones que piden la dimisión del rais Ali Abdalah Saleh, que una vez derrocado el coronel Gadafi de Libia, es el decano de los jefes de Estado árabes en el poder.

Karman ha participado también en las manifestaciones de los últimos meses yha sido varias veces encarcelada. De treinta y dos años de edad, madre de tres hijos, con un discreto velo que no le cubre el rostro, pertenece al Islah, el partido islamista más importante de la oposición, de tendencia conservadora, que aboga por reformas en el Yemen en consonancia con los principios de la religión coránica.

Tauakul Karman, que vive en una de las sociedades árabes más feudales y arcaicas, había emprendido anteriormente una campaña para denunciar la temprana edad en que frecuentemente se efectúan los casamientos en su país, donde se pueden contraer legalmente matrimonio, con niñas y adolescentes.

Ha sido la primera mujer árabe galardonada con un premio Nobel de la Paz. Su elección fue una sorpresa. Se sabía que este año los promotores de este prestigioso reconocimiento internacional querían honrar a los jóvenes activistas que impulsaron, sobre todo en Egipto y en Túnez, a través de las redes sociales, del Facebook, los movimientos de impugnación de las dictaduras.

Con insistencia se citaron los nombres de Wael Ghonim, Esra Abdel Fatah, Ahmad Maher... los egipcios que con sus convocatorias por internet dieron un primer impulso a estas ilusionadas manifestaciones por la libertad y la dignidad de los pueblos árabes. También se pensó que podía ser distinguida la famosa bloguera tunecina Lina ben Mheni.

El jurado de estos premios ha querido destacar, ante todo, el papel de la mujer, de la mujer activista, de la mujer comprometida en la lucha por los derechos humanos tan pisoteados, especialmente en los pueblos árabes y musulmanes, haciendo énfasis en que si estas primaveras pretenden tener éxito, deben incluir la población femenina. Ha querido premiar el esfuerzo de Tauakul Karman en su lucha por los derechos democráticos de los manifestantes yemeníes, que aún continua semana tras semana, en muy difíciles circunstancias.

La presión, la discriminación legal, contra la mujer es un escándalo a flor de piel, en estas sociedades que los partidarios de las reformas no pueden olvidar. Tauakul Karman ha dedicado su premio a los "mártires, a los heridos, a los activistas de Túnez, de Egipto, de Libia, de Siria, de Bahréin, a la victoria de la revolución yemení".

8-X-11, T. Alcoverro, lavanguardia