´Odiosas comparaciones´, Marta Barrera

Hace unos días viajé a Suiza para visitar un conocido que está viviendo allá. En medio de una estrecha carretera que conducía a un minúsculo pueblo de las montañas, había una parada donde se vendían calabazas y verduras cultivadas directamente de los campos de los alrededores. Paramos con la intención de comprar algunos de los productos que había expuestos. El hecho es que no había ninguna persona que controlara la mercancía, ni siquiera el dinero que la gente depositaba en una cesta. Enseguida pensé que esto en España sería imposible, seguramente en un momento habría desaparecido todo: verduras y dinero. Esto me trajo a una simple reflexión: cuánta disciplina nos falta en nuestro país!

12-XI-11, Marta Barrera, Matadepera, cartasdeloslectores/lavanguardia