´Lobotomía de los bloques electorales´, Pilar Rahola

Debemos plantear la cuestión con crudeza porque cada vez es más sutil y más intenso el tutelaje que los partidos políticos pretenden hacer del libre ejercicio del periodismo.

A una gran mayoría de políticos les da miedo la pregunta libre, y es por ello que intentan que los debates no tengan preguntas, que los periodistas sean meros comparsas que se limitan a decir buena noches y feliz pascua, y que sean los comisarios políticos de turno los que deciden los bloques, los tiempos e incluso la oportunidad de hacer un debate.

Lejos de entender que responder a los periodistas es una obligación del cargo, sobre todo si, además, se quiere conseguir el visto bueno de las urnas, los políticos actúan como si fueran tuteladores de una sociedad inmadura que ni puede preguntar aquello que quiere, ni está preparada para la respuesta. Yes así como nos hemos instalado en este panorama donde se considera normal que las imágenes de un mitin las dé el propio partido, que los medios públicos estén sometidos a la lobotomía de los bloques electorales, que los cara a cara sean regulados por árbitros de baloncesto e, incluso, que un candidato pueda hacer una rueda de prensa sin permitir preguntas. ¿Pero quiénes son ellos para impedir el ejercicio de la libre información? ¿Qué se han creído? ¿Y, sobre todo, hasta cuándo lo permitiremos? Tal vez, y en homenaje a los Pernau que dignificaron la profesión y marcaron el camino a seguir, sería hora de que el periodismo se plantara ante la política, y que no permitiera según qué abusos. Primero, porque sin preguntas incómodas no existe la buena política. Y segundo, porque sin periodistas que las hagan, no existe la libertad.

15-XI-11, Pilar Rahola, lavanguardia