´¿De quién son las ´apps´?´, Magí Camps

Las apps son, evidentemente, de quien las descarga -tanto si son de pago como gratuitas-, pero la pregunta del título se refiere a los derechos de uso de esa palabra. En inglés, app es un abreviamiento de application(aplicación), un pequeño programa informático para móviles y otros dispositivos electrónicos. El acortamiento hace años que figura en los diccionarios ingleses de abreviaciones, pero Apple lo ha popularizado con su tienda virtual y ha acabado registrando el nombre App Store (tienda de aplicaciones).

Las otras marcas también tienen aplicaciones y también han abierto chiringuitos virtuales, sus app stores.Y aquí estalla el conflicto. ¿Hasta qué punto Apple puede apropiarse de ese nombre común? De hecho, ya se hizo con la manzana y Microsoft con las ventanas (Windows), otro nombre común. Los defensores de la manzana dicen que sí porque Apple fue la primera que se ingenió la denominación (con el valor añadido de que app parece, además, un acortamiento de Apple).

Nos encontramos ante un proceso léxico nuevo. Antes las empresas -al margen de nombres elegantes o de lucir el apellido del propietario- buscaban voces sonoras y atractivas, en muchos casos inventadas o con fragmentos de palabras existentes (Cacaolat). Ahora se ha popularizado, lisa y llanamente, el nombre común, aunque no tenga que ver directamente con el producto.

Durante mucho tiempo, empresas como Chupa Chups o Donuts han luchado por que su marca no se convirtiera en nombre común a pesar de los hablantes, que identifican el caramelo de palo con la primera marca -aunque sea de otro fabricante- y los bollos con agujeros con la segunda. Desde el punto de vista lingüístico y del sentido común, lo mejor que le puede pasar a una marca es convertirse en nombre común y entrar en el diccionario. Los gabinetes legales de estas empresas, sin embargo, lo ven exactamente al revés.

Hoy, la tendencia es convertir un nombre común (manzana, ventanas, aplicación...) en nombre propio. Por mucho que los hablantes utilicen chupa-chups como nombre común o app como propio -y los gramáticos elaboren normas sobre el uso de mayúsculas y minúsculas-, el mundo comercial acaba imponiendo su ley.

La Sociedad del Dialecto Americano escogió app palabra del año 2010 y google la del decenio. En el 2011, en cambio, las nuevas tecnologías han dejado paso al movimiento de los indignados Ocupemos Wall Street y han declarado occupy palabra del año. Quizás algo está cambiando.

16-I-12, Magí Camps, lavanguardia