las armas de Libia se disparan en el Sahel

Los temores a que las armas utilizadas en la lucha contra Gadafi acabaran por alimentar el fuego de otros conflictos en el Sahel no sólo se están cumpliendo sino que se confirman oficialmente. El representante especial del secretario general de la ONU para ÁfricaOccidental, Said Yinnit, afirmó el lunes ante el Consejo de Seguridad que las consecuencias para la seguridad de la crisis libia "agravan la inestabilidad crónica de la subregión, en particular en los países del Sahel".

Tuareg retornados a Mali a la muerte del líder libio han atacado esta semana tres ciudades del nordeste del país. El ejército maliense respondió incluso con helicópteros con armamento pesado. Además se ha detectado la presencia de colombianos en Mali.

Observadores de la zona creen que son los destinatarios de las armas procedentes de Libia, sean guerrilleros o narcotraficantes.

En el norte de Níger, informó el viernes el Ministerio de Defensa, se han producido tres enfrentamientos mortales entre traficantes de armas "de un país vecino" (léase, Libia) y el ejército nigerino. En al menos una ocasión Argelia aportó efectivos militares y se incautaron de fusiles, lanzacohetes y gran cantidad de munición. La droga era secundaria.

El acontecimiento más extraño de esta semana ha sido, sin embargo, el secuestro el pasado lunes del gobernador de la provincia de Illizi, en el sudeste de Argelia. Se resolvió en 24 horas y fue liberado en Libia sin un rasguño. Casualmente nada más cruzar la frontera de Debdeb fue trasladado a Argel para ser operado - ¿de qué?-en el hospital militar de Ain Naya. Una manera muy efectiva de retirarlo de la escena. ¿Por qué no ha protestado Argel ante las autoridades libias?

Ataques de unos tuareg y presencia de colombianos en Mali, intentos de introducir armas por el Norte de Níger, secuestro de un político de alto rango en Argelia. ¿Qué ocurre en un Sahel en el que oficialmente reinaba Al Qaeda en el Magreb Islámico?

Por una parte, que no era cierto; que no eran los únicos causantes de conflictos en la región. La rebelión tuareg en Mali y Níger se cerró en falso. La zona, lugar de paso de caravanas durante siglos, se ha reconvertido en senda de tráfico de productos varios, incluidos armas y emigrantes.

Después de más de 200.000 muertos en una guerra muy sucia, Argelia se está empleando a fondo para evitar que el posconflicto libio le salpique. Un control inusitado de las fronteras con sus vecinos del sur (como adelantó La Vanguardia el pasado día 13) provocó la ira de los contrabandistas. Fueron tres de ellos, argelinos, quienes secuestraron al gobernador de Illizi y lo pasaron a sus colegas libios. Argel alertó a las autoridades libias, quienes tomaron cartas en el asunto y lograron su liberación. Por eso no hubo queja por parte de Argel.

22-I-12, I. Ramos Rioja, lavanguardia