Pakistán, federalismo bajo dominio militar

Pakistán, federalismo bajo dominio militar.

LV, 19-VIII.

El dominio británico (1857- 1947) en el valle del Indo sustituyó a mediados del siglo XIX al imperio Mughal, vigente durante los tres siglos anteriores, estableciendo un sistema de gobierno centralizado e incrementando el territorio tras el control previo de Sindh y Punjab.

En el extenso territorio de la India británica, ya se reconocieron algunos derechos de la población musulmana a través del establecimiento de electorados separados y de una autonomía política con representación en el centro (Government of India Act, 1935). Sin embargo, la evolución política posterior en el Congreso Nacional Indio cuestionó el federalismo como alternativa de futuro, propiciando una actitud creciente a favor de considerar a la colectividad musulmana como una nación separada en busca de un estado propio separado de la India (Resolución de Lahore, 1940).

Tras las elecciones de 1946, la independencia de Pakistán (1947) significó, así, la inusual emergencia de un estado en dos territorios separados por más de 1.500 kilómetros pertenecientes a India (federación que adquirió su independencia en el mismo momento que Pakistán). Ambos territorios pakistaníes incluían una mayoría de población musulmana –Sindh, Baluchistán, la parte occidental del Punjab y la provincia de la frontera del noroeste en la parte occidental del país, y el ala oriental de Bengala y el distrito de mayoría musulmana de Sylhet en la provincia de Assam, en la parte oriental–. Esta parte oriental adquirió a su vez la independencia en 1970 (Bangladesh) tras una guerra civil que duró 21 meses y que produjo una invasión por parte de India.

Actualmente, la población está fundamentalmente concentrada en la provincia de Punjab (56%), una cuestión que polariza la vida política al combinarse con la democracia mayoritaria de ascendencia británica (Pakistán ha adoptado el sistema cuasi-federal establecido por la India Act de 1935 como base de sus constituciones tras adquirir la independencia).

La adscripción política de algunos territorios, como Cachemira y Jammu, de mayoría musulmana pero que eran regentados por un rey hindú en el momento de la independencia, sigue siendo una cuestión disputada entre India, China y la República Islámica de Pakistán. Otra zona en disputa es Junagadh, actualmente bajo control del estado indio de Gujarat, así como el control de la frontera con Afganistán, recientemente relacionada con flujos de población vinculados a los ataques de la organización Al Qaeda. La rivalidad con India se ha acrecentado a partir de la conversión de Pakistán en potencia nuclear en 1998. En 1999, el general Musharraf dio un golpe que suspendió la Constitución, inicialmente para un periodo de tres años, y trató posteriormente de legitimar la extensión temporal de su posición institucional, de momento hasta el año 2007, a través de pronunciamientos favorables del Tribunal Supremo (2000) y de las asambleas parlamentarias (2004).

A pesar de adquirir una estructura formalmente federal, en la práctica el país funciona de acuerdo a criterios unitarios y centralizados, especialmente tras el dominio de los sectores militares (constituciones de 1962 y 1973). El Parlamento (Majlis-e-Shoora) es bicameral (Asamblea Nacional y Senado). La Asamblea Nacional distribuye sus escaños (actualmente 342) de acuerdo con la población de las cuatro provincias Punjab, Baluchistán, Sindh y la Provincia de la Frontera del Noroeste, la capital (Islamabad) y las Áreas Tribales Administradas Federalmente. El sistema electoral es mayoritario reservándose escaños para las mujeres (60) y los grupos no islámicos (10). El Senado, por su parte, es una cámara de representación territorial cuya composición es decidida por las asambleas provinciales. Actualmente está compuesto por 100 miembros. Sin embargo, el Senado no está legitimado para decidir sobre leyes monetarias y presupuestarias o sobre el control económico del gobierno federal y de los gobiernos provinciales.

La división de poderes se establece a partir de dos listas legislativas, la de aquellas materias que corresponden a la federación (67) y la de las materias concurrentes entre los dos niveles de gobierno (43). Las materias residuales son atribuidas a las provincias, pero otras disposiciones enmarcan una clara hegemonía del poder central sobre los poderes provinciales. Así, los gobernadores provinciales, por ejemplo, pueden ser nombrados por el gobierno federal, el cual puede asimismo disolver las asambleas provinciales, destituir a sus gobiernos, dictar instrucciones a las provincias o nombrar al jefe de la policía provincial. En caso de conflicto entre las legislaturas de los dos niveles de gobierno se impone la federal. El poder judicial está encabezado por el Tribunal Supremo (nombrado por el presidente) y por el Tribunal Federal Islámico (Tribunal de la Shari'a).

En teoría, existen dos entidades de concertación entre los niveles de gobierno. Por un lado, el Consejo de Intereses Comunes, compuesto por los jefes de los ejecutivos federal y provinciales (o sus representantes) establece decisiones sobre determinadas políticas (ferrocarriles, gas natural, electricidad, aceite mineral, etc), aunque solo se reunió una vez entre 1988 y 1999. Por otro lado, la Comisión Nacional de Finanzas, también una entidad federal-provincial, encargada de la distribución de unos impuestos que reflejan también un predominio del poder central. Las provincias cuentan con algunas fuentes de recursos propios, pero ven disminuido el conjunto global cuando disminuye la actividad económica general. Baluchistán y la Provincia de la Frontera del Noroeste reciben transferencias adicionales para la promoción de su desarrollo. Los poderes locales no cuentan prácticamente con ingresos propios, dependiendo de las transferencias federales y provinciales. De esta manera, puede decirse que en conjunto Pakistán es una federación más en el nombre que en la realidad, especialmente con el dominio político directo o indirecto ejercido por el estamento militar –la última suspensión de la constitución tuvo lugar en 1999, siendo restaurada en el año 2002– y que en la práctica convierten a Pakistán en un estado de carácter unitario.