Austria, la prevalencia del poder federal

Austria, la prevalencia del poder federal.

LV, 5-VIII-04.

Tras la desmembración del imperio austro-húngaro en 1918, Austria adoptó el federalismo en la Constitución de 1920 (revisada en 1929). Tras el periodo de ocupación nazi (1934) y la Segunda Guerra Mundial volvió a instaurarse la Constitución de 1920 y la legislación anterior a 1934. Tras la Segunda Guerra Mundial, el estatus de Austria quedó pendiente de resolución durante una década. El tratado de 1955 terminó la ocupación aliada, proclamó el acceso a la independencia y la prohibición de unificación con Alemania. En el mismo año, una ley constitucional proclamó la “neutralidad perpetua”, una condición para la retirada de las tropas soviéticas. Tras el derrumbe de los estados socialistas del Este, Austria entró a formar parte de la Unión Europea (1995).

En términos generales, el federalismo austriaco ha estado presidido por la tendencia hacia un federalismo unitario –con un poder federal dominante–, y por la contraposición entre dos partidos que han representado las dos grandes culturas políticas presentes en la vida pública del país: el partido socialdemócrata (interesado en un poder central fuerte), hegemónico en la capital, Viena, y el partido socialcristiano, de ideología conservadora y más favorable a la autonomía de los länder (entidades federadas).

El presidente (jefe del Estado) es elegido directamente por los ciudadanos para un periodo de seis años. La forma de gobierno es parlamentaria. En la actualidad sigue predominando la hegemonía del poder central (federal) sobre los nueve länder del país (que incluyen la capital), incluso a pesar de que los poderes residuales se atribuyen a los länder y de que se permite a estos últimos suscribir tratados y políticas con territorios vecinos (bajo supervisión federal) cuando afectan a sus competencias. En la práctica, sin embargo, las sucesivas reformas constitucionales han reforzado la federación, cuya Constitución regula incluso las instituciones de los länder, así como el poder local. Ello ha venido facilitado por la relativa presencia de gobiernos de “gran coalición” entre los dos mayores partidos, que juntos han dispuesto del mínimo de dos tercios de diputados que requieren la reformas constitucionales. La prevalencia del poder federal se visualiza en los distintos tipos de legislación. De modo similar al modelo alemán, la legislación está dividida en cuatro tipos de leyes: la legislación federal implementada por el Gobierno central (por ejemplo, política exterior); la federal implementada por los länder (nacionalidad y ciudadanía); la legislación básica decidida por la federación y desarrollada por leyes de los länder (políticas sociales), y la legislación de los länder, ejecutada por su misma Administración. El gobierno federal, además, puede oponerse a una ley de un land, si bien, la ley puede ser ratificada por el Parlamento del land por mayoría absoluta. La fiscalidad se regula por una ley federal y tiene un carácter centralizado.

El Parlamento federal es bicameral (Nationalrat y Bundesrat). La Cámara Baja (Nationalrat) comprende en la actualidad 183 escaños, y es elegida por un sistema proporcional para un periodo de cuatro años. En la cámara alta (Bundesrat) cada land está representado por un número de parlamentarios proporcional a las respectivas poblaciones (entre 3 y 12 representantes; 62 escaños en total). Los parlamentos de los länder son quienes eligen a dichos representantes entre sus propios diputados, salvaguardando que al menos un escaño corresponda al segundo partido del Parlamento del land. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con el Bundesrat alemán –cuyo miembros son nombrados por los gobiernos regionales– la lógica imperante en el Bundesrat austriaco obedece más a la lógica de los partidos que a la lógica territorial (de los gobiernos). Incluso los grupos parlamentarios agrupan a los miembros del mismo partido en las dos cámaras de Parlamento federal. En contraposición, los gobernadores de los länder pueden participar en los procesos deliberativos del Bundesrat (sin poder de decisión). Pero un veto de la cámara alta no detiene el proceso legislativo, sino que sólo lo retrasa. Los conflictos de competencia son resueltos por el Tribunal Constitucional (Verfassungsgerichtshof), compuesto por 14 jueces (tres nombrados por el Bundesrat). En la práctica han adquirido vigencia las conferencias de los gobernadores o de los presidentes de los parlamentos de los länder, aunque su impacto político es limitado. Algunos land contemplan derechos ciudadanos más amplios –incluidas formas de democracia directa– que los derechos regulados por la Constitución federal.

También la integración en la Unión Europea (1995) ha tenido consecuencias para el federalismo austriaco. Al igual que ocurre con otros estados compuestos de la Unión, los länder austriacos, cuyo poder es ya de por sí bastante limitado, han visto amenazadas algunas de sus competencias con el proceso de integración. El Gobierno federal está obligado a informar sin dilaciones a los länder cuando las iniciativas de la Unión inciden en sus competencias o intereses. En principio, el Gobierno federal debería mantener la posición de los länder en Europa si estos adoptan una posición común. También resulta posible que un político de un land presida la delegación austriaca. En la práctica, sin embargo, la adopción de una posición común y la presidencia de la delegación por un político ajeno al poder central resulta más difícil. La representación permanente de Austria en Bruselas cuenta con un miembro de cada land. Además, los länder poseen sus propias representaciones en la capital europea (excepto el de Vorarlberg).