TVE: el obsceno guarismo

TVE: el obsceno guarismo
Víctor-M. Amela, LV, 3-X-2004

Cada vez que veo a Ana Obregón en camisón y con un plátano en la mano (Ana y los siete, ya sabes) me viene a la mente la deuda de RTVE, y además me viene en la vieja moneda: un billón doscientas cuarenta y siete mil millones de pesetas (1.247.000.000.000 es el obsceno guarismo). Yo cargo en mi casa con una deuda más modesta, que los bancos no me perdonarán, no, no, no. Yo intentaré enjugarla con el sudor de mi frente en los próximos años, para que no caiga sobre mis hijos. Yo me esfuerzo, pero... ¿y el Estado? ¿Se esfuerza? ¿O caerá sobre mis hijos la deuda de RTVE y además los galopantes intereses que esa deuda genera? La respuesta, por ahora, es que sí: el obsceno guarismo de la deuda caerá sobre nosotros y sobre nuestros hijos. Si tuviésemos que pagarla ahora mismo (y sin costes de amortización añadidos ni nada), ¿a cuánto nos tocaría a cada uno? Divido el obsceno guarismo entre 40 millones de ciudadanos, y nos toca a ¡31.175.000 pesetas por cabeza! En casa somos cuatro cabezas, así que me toca cubrir ¡124.700 millones de pesetas! Hombre, por esa cantidad creo que no me compensa ver a Ana Obregón en camisón y comiendo plátanos, la verdad... ¡Y pensar que además he tenido que soportar a Urdaci comiendo huelga con sentencia y cagando siglas, y espantosos culebrones de sobremesa, y a Lina Morgan, y humor de vodevil...! ¿Hay que pagar una televisión pública si la televisión pública consiste en eso? Si TVE hubiese cerrado en 1990, cuando no había deuda, todo eso que nos hubiésemos ahorrado, y ahora no pesaría sobre la economía española -es decir, sobre tu riqueza y la mía- ese obsceno guarismo. ¿Y qué podemos hacer ahora? ¡Que me fiche el comité de sabios! Primero me pediré un televisor nuevo (de pantalla plana, of course) y luego propondré alguna genialidad, como localizar una bolsa de petróleo justo debajo de Torrespaña, por ejemplo. También le quitaría el camisón a Ana Obregón. Y el plátano. Y organizaría una subasta, igual que en el Fòrum. Por la Obregón pujan las revistas del color. Para ellas.