las claves del éxito finlandés

las claves del éxito finlandés

LV, 8-XII-2004, F. García.

Una fuerte descentralización de los centros de enseñanza, una alta motivación y cualificación de los profesores y una permanente búsqueda de la igualdad de oportunidades de los alumnos son las principales señas de identidad del sistema educativo finlandés, el más exitoso de Europa según el informe Pisa de la OSCE. En conjunto, las características que más pueden diferenciar este sistema del que tienen otros socios comunitarios, como España, revelan una alta consideración social hacia la docencia y los docentes, así como una elevada concienciación de los ciudadanos sobre la importancia de una educación de calidad.

"Los profesores están muy motivados en Filandia. Gracias a su alta cualificación, su perfil profesional les proporciona un gran prestigio en la sociedad", explicaba ayer el consejero de Educación de la Representación de Finlandia ante la UE, Jari Jokinen. Ésa es, a su juicio, una de las claves del éxito de su país en los exámenes internacionales sobre calidad de la enseñanza.

A esa buena imagen del docente, en todos los niveles educativos, se une "la gran responsabilidad de los profesores y de las escuelas, que dentro de unos estándares curriculares comunes para todo el país disponen de una amplia autonomía y capacidad de decisión", tanto sobre los contenidos como respecto a la estructura de los cursos: otro factor que incrementa su motivación. Esa descentralización, unida a un nivel de exigencia elevado en los estándares comunes, garantizaría al mismo tiempo la "equidad y la igualdad de oportunidades" en el acceso a la enseñanza de las que las autoridades finlandesas presumen asimismo. "Da igual dónde viva el alumno, puesto que el sistema asegura que recibirá una buena educación", señala Jokinen.

Otros aspectos destacados en el programa que el Ministerio finlandés de Educación tiene expuesto al público a través de su página web son la internacionalización, es decir, la compatibilidad de sus contenidos con los del resto de países, y la flexibilidad. Sobre este último punto, Jakinen destacaba ayer la disponibilidad de los profesores a la hora de ofrecer apoyo individualizado a los alumnos que lo requieren.

La enseñanza obligatoria comienza en Finlandia a los siete años. Aunque no hay centros prescolares, todas las escuelas ofrecen cursos para los niños de seis años. Y los ayuntamientos deben asegurar su gratuidad. Estos cursos son voluntarios, pero en la práctica están generalizados. Tras nueve años de primaria o enseñanza comprehensiva,los estudiantes optan entre centros de secundaria y escuelas vocacionales.donde pasan tres años. Al términos de la secundaria, el alumno afronta un "examen nacional" que dura 18 meses y se divide en tres fases. En los centros vocacionales se insiste en el aprendizaje práctico. Por último, 20 universidades y 29 escuelas politécnicas ofrecen, de forma bien diferenciada, la educación superior.