´¿por qué no enseñamos a leer?´, vv.aa.

¿por qué no enseñamos a leer?

JAUME AULET, Universitat Autònoma de Barcelona; ANTON CARBONELL, IES Castellar del Vallès; JORDI CASTELLANOS, Universitat Autònoma de Barcelona; MARINA GUSTÀ, Universitat de Barcelona; TERESA MUÑOZ, IES Pere Calders.

La Vanguardia, 12-I-06.

Creemos necesario hacer llegar a la opinión pública un debate sobre la enseñanza en Catalunya que la Conselleria d´Educació ha puesto en marcha. Los abajo firmantes, profesores de lengua y literatura, ya nos hemos manifestado otras veces sobre estas cuestiones.

Nuestro trabajo en las aulas nos ha permitido constatar una degradación progresiva de la enseñanza de ambas materias, y hace un tiempo motivó que, alarmados, comenzáramos a movernos entre técnicos y especialistas de la conselleria que, por desgracia, hace ya mucho que están viviendo alejados de las aulas.

En el documento elaborado por la conselleria hay un capítulo de título sintomático: "Enseñar y aprender lengua y comunicación en una sociedad multilingüe y multicultural". Son 38 páginas llenas de buenas intenciones, pero que revalidan algunos de los problemas existentes. Se insta al profesorado a cambiar de actitud: a no sancionar (es decir, no suspender), a entrar en el mágico mundo de la evaluación moderna (con curiosas autoevaluaciones, heteroevaluaciones y coevaluaciones) y sobre todo a convertirse en un mediador entre el alumno y un mundo que nos venden como la nueva era del conocimiento. Pero a nadie se le ocurre plantear que el multilingüismo y la multiculturalidad sólo pueden asumirse desde la perspectiva de la lengua y la cultura propias del país. Dar esta perspectiva es el cometido más importante de la escuela. Para ello, el estudio de la lengua -elemento estratégico para la integración- debe ser prioritario y la literatura debe convertirse en herramienta imprescindible para lograrlo.

Pero el documento apenas trata de la literatura: ¡una página entre 38! Ylo hace hablando de la "mediación del profesorado" para que los alumnos aprendan a "proyectar sus sentimientos y emociones en las creaciones culturales literarias" mediante una "propuesta abierta, en la que las interpretaciones personales del alumnado tengan su espacio". Desde esta óptica, ¿de qué sirve la tradición cultural? De bien poco cuando se afirma que "el canon literario establecido viene avalado por los intereses de una determinada concepción del mundo; una escuela que queremos pluricultural, tolerante y justa tendrá que dar entrada también a la expresión de otras voces y otras culturas cada vez más presentes en nuestra realidad". Es decir que, si queremos ser tolerantes y multiculturales, ya podemos olvidar a nuestros clásicos.

Hace tiempo que intentamos explicar a alguien con capacidad de decisión que en la enseñanza secundaria se malgastan muchísimas horas en la programación de lengua (catalana y castellana) para repetir hasta la saciedad unos mismos contenidos lingüísticos y gramaticales que poco ayudan a formar personas realmente alfabetizadas. La literatura, que es una vía extraordinaria de conocimiento (precisamente a través de la lengua) de la cultura y del mundo, ha desaparecido prácticamente del currículo. Nuestra experiencia nos hace reclamar, una vez más, que se recupere la literatura como asignatura independiente en la ESO y en el bachillerato. Estamos hartos de ver alumnos que terminan la secundaria y no saben leer ni escribir. El problema se agrava hasta límites insospechados en la escuela pública de determinadas zonas del país. Y luego nos extrañamos de ir, en materia educativa, a la cola de Europa. Los retos de la escuela catalana actual son extraordinarios y, por lo menos en la enseñanza secundaria, se han cometido graves errores que hay que asumir y corregir. Ahí nos jugamos el futuro.