situación en otros países europeos

situación en otros países europeos

Voluntaria y 'maría'.

La religión no es una asignatura básica en los currículums académicos de países europeos del entorno de España.

LV, red/M. Bassets, 19-II-05.

La asignatura de religión no es obligatoria y no puntúa en el currículum académico de los países europeos del entorno de España, a excepción de Bélgica, país en el que no se necesitan númerus clausus para entrar en la universidad. En algunos casos, como el de Francia, país que presume de su laicidad, ni siquiera existe como materia docente. En otros, como Italia, tan cercano al Vaticano, la asignatura ni tan sólo aparece la cartilla escolar y la nota sobre esta materia se entrega a los alumnos y los padres en papel aparte. Es, en definitiva, lo que en España se ha conocido desde siempre como asignatura maría.

FRANCIA
Un debate a la inversa
La escuela pública francesa excluye la presencia de la religión en sus contenidos y hasta sus signos, como lo demuestra la ley que desde el inicio del presente curso escolar prohíbe todo símbolo confesional en los centros públicos de la enseñanza no universitaria. Marcada por la tradición republicana y el carácter laico del Estado, la escuela francesa debate en los últimos años la posibilidad de introducir la enseñanza del fenómeno religioso o la cultura de las religiones, con el fin de cubrir el vacío frente a la multiconfesionalidad de los jóvenes.

La propuesta fue lanzada hace dos años por un informe encargado al filósofo Régis Debray y recogida más tarde por la llamada comisión Stasi, cuyo dictamen sirvió de base para la polémica ley del velo. Por el momento, la iniciativa permanece sobre la mesa. Sólo en la región de Alsacia se imparte la asignatura de religión en la enseñanza, al conservar su tradicional convenio con la Santa Sede. -

BÉLGICA
Obligatoria y puntúa en centros francófonos y flamencos
Tanto las escuelas francófonas como las flamencas imparten de manera obligatoria la asignatura de religión. El alumno, que recibe dos horas de enseñanza semanales, puede elegir entre una de las religiones reconocidas -catolicismo, protestantismo, islamismo, judaísmo, anglicanismo o budismo- o seguir la clase de moral laica. La oferta de cada centro depende de las necesidades de los alumnos, aunque puede limitarse por cuestiones prácticas. Las escuelas religiosas están exentas de esta obligación. Durante los últimos años se ha debatido la posibilidad de sustituir la asignatura por otra sobre historia de las religiones, pero la iniciativa fue rechazada. La religión puntúa y debe aprobarse año a año, pero en la práctica no es determinante. Además, las universidades belgas no tienen númerus clausus. -

ITALIA
La puntuación de la materia figura en documento aparte
La clase de religión en la escuela pública italiana está regulada por los acuerdos suscritos en 1985 entre la Santa Sede y el Ministerio de Educación. Los alumnos pueden escoger si van a esa clase o no. Si deciden optar por la clase de religión, reciben puntuación y comentario, pero en una hoja aparte, y no dentro del boletín de notas de las demás asignaturas. De hecho, una circular enviada por la ministra, Letizia Moratti, a finales del 2004, que insinuaba la posibilidad de unificar todas las notas en una sola cartilla, provocó las iras de la Iglesia metodista y de la Iglesia valdense, que recordaron que la ley señala que la IRC (Insegnamento della Religione Cattolica),nombre oficial de la asignatura, recibe la puntuación del profesor siempre en hoja aparte del resto de las notas. Incluso con la legislacion fascista de 1930, las notas de religión iban aparte.Por lo que respecta al estatus de los profesores, en la escuela elemental basta el certificado de idoneidad emitido por el obispo de su diócesis, mientras que para la escuela media y secundaria, hay ahora concurso público, para el que se ha de tener también el certificado de idoneidad diocesano. Los alumnos que no eligen la asignatura de religión pueden solicitar un tema alternativo, pero la falta de oferta por parte de la mayor parte de lod centros educativos provoca que la mayor parte de los alumnos curse religión. -

GRAN BRETAÑA
Una asignatura sobre ética llamada religiones
En Gran Bretaña existen tres tipos de escuelas primarias y secundarias: las privadas, las concertadas y las públicas. Las privadas son de pago y enfocan el expediente académico (incluida la religión) con gran flexibilidad. Las concertadas no son de pago pero sí religiosas (patrocinadas por la Iglesia anglicana o católica), e incluso exigen a los padres de los alumnos que demuestren su fe y piedad. Los centros públicos se rigen por los criterios del Ministerio de Educación, y desde los tiempos de la primer ministro Margaret Thatcher existe una asignatura, llamada religiones, que más bien es una especie de ética y lo mismo informa sobre el cristianismo que sobre el budismo, el hinduismo, el judaísmo y el Corán.

En la educación pública británica no se hacen exámenes ni se dan notas, sino que trimestralmente se envían unos informes generales a los padres sobre el progreso de sus hijos. En estos informes, los comentarios relativos a religión van comprendidos en el capítulo de Humanidades. Los estudiantes del Reino Unido son evaluados detalladamente tres veces a lo largo de su carrera académica, pero el único examenp ropiamente dicho es una especie de reválida para el acceso a la universidad en el que no figura la religión como materia obligatoria, aunque pueder ser elegida como optativa por quienes, por ejemplo, deseen estudiar Filosofía o Historia. -

ALEMANIA
Profesores distintos para protestantes y católicos
Las clases de religión son optativas en las escuelas alemanas. Impartidas en horario lectivo por profesores dependientes tanto de la escuela como de la Iglesia, son evaluadas y computan como una asignatura normal. En Alemania, gran parte de las competencias educativas pertenecen a los Estados federados, pero en general se imparten unas dos horas a la semana. Cada una de las dos confesiones mayoritarias -la católica y la protestante- tiene sus respectivos profesores, a los que se les puede retirar su potestad para enseñar religión en casos excepcionales, por ejemplo, si dejan de profesar la mencionada religión.

En las clases donde hay alumnos católicos y protestantes, los alumnos se dividen en dos aulas en las horas de religión, explica un portavoz de la Conferencia de ministros de Educación y Cultura. Existen algunas excepciones, como la ciudad Estado de Berlín, donde los padres deben formular por carta expresamente que desean que sus hijos cursen religión y donde los profesores no son empleados públicos, sino que dependen sólo de las confesiones.