homosexuales en Marruecos

homosexuales en Marruecos

Recientemente, en un hecho que fue criticado por los movimientos gays, el concejal y líder socialista Pedro Zerolo asistió a la recepción de la Embajada del Reino de Marruecos en Madrid. Marruecos, como es sabido, es uno de los países del mundo donde más difícil es ser gay.

A la indiferencia de los poderes públicos hacia los problemas que afectan a los gays, generalmente maltratados, chantajeados y perseguidos por la policía marroquí, ahora se le añade la presión de los integristas islámicos, cada días más fuertes en este país, y con un discurso machista, homófobo y, sobre todo, antioccidental.

MARRUECOS PERSIGUE A LOS GAYS

Ya han comenzado las razzias integristas contra los gays en numerosas instituciones, según aseguran algunos testigos de las mismas que por lo general hablan poco o nada sobre las mismas.

Pero también el Marruecos oficial persigue a los homosexuales, tal como han denunciado diversos activistas gays marroquíes recientemente en París, ya que todavía el artículo 489 del Código Penal persigue la homosexualidad y prevé penas de seis meses a tres años de cárcel, así como multas que oscilan de los 11 euros a los 110.

También consta que diversos intentos de crear organizaciones y asociaciones gays en Marruecos han sido boicoteados e impedidos por la policía y las autoridades, que no han dudado en llevar a cabo redadas contra asambleas y reuniones de grupos homosexuales.

LOS RIESGOS DE SALIR DEL ARMARIO

Recientemente, el escritor Abdelá Taia, de 33 años, reconoció abiertamente y en público su homosexualidad, en un hecho absolutamente inusual en Marruecos. Autor del libro "El ejército de salvación", Taia ha denunciado la situación que viven los gays en Marruecos y cómo una gran mayoría opta por emigrar ante la presión social a la que se ven sometidos.

Pero no sólo se trata de presión social, sino que como hemos dicho antes también hay intimidación policial y pasividad oficial; ha habido redadas masivas, al menos, en Rabat, Tetuán y Tánger e incluso se ha tolerado la expulsión de jóvenes homosexuales en las universidades marroquíes.

EL SILENCIO DEL GOBIERNO ESPAÑOL

Resulta bastante sospechoso el silencio del Gobierno español ante las repetidas violaciones de los Derechos Humanos de nuestro vecino del sur. Por mucho que algunos se empeñen en silenciar la conducta del régimen semifeudal de Marruecos, que tiene en su haber incluso desapariciones de saharauis y disidentes y un sistema carcelario medieval, el ejecutivo marroquí ha realizado en los últimos años escasos esfuerzos en modernizar y democratizar su vetusto sistema político.

EN SIRIA, MÁS LIBERTAD QUE EN MARRUECOS

Incluso naciones demonizadas como Siria, que no goza de tanto respeto por parte de nuestra comunidad internacional, es un país mucho más liberal que Marruecos en muchos aspectos. He podido comprobar in situ y de visu como periódicos como Herald Tribune, Le Monde Diplomatique o La Republica circulan libremente por las calles de Damasco e incluso se venden en los quioscos.

La gente habla más o menos libremente del régimen político que tienen y los periodistas, entre líneas, manifiestan sus críticas, algo absolutamente impensable en Marruecos. Además, la presencia policial, como puede comprobar cualquier observador imparcial, es muchísimo menor en las calles de Siria que en las de Marruecos.

Por no hablar, de otros países muchos más liberales en el mundo árabe, como Argelia y Túnez, donde sus regímenes políticos son mucho más permisivos que el marroquí en casi todos los aspectos de la vida. ¿Quién osa criticar al poder político establecido en Marruecos?

POR QUÉ MIRAMOS PARA OTRO LADO

Entendemos que por razones de Estado y espurios intereses internacionales algunos prefieran mirar hacia otro lado y callar los desmanes y tropelías que comete casi a diario el régimen marroquí, incluyendo aquí la brutal ocupación del Sahara y la consiguiente represión de su población autóctona; pero no creo que sea de recibo el intentar hacernos comulgar con ruedas de molino, como se dice vulgarmente, y presentarnos como un país respetable y democrático a nuestro “amigo” de la otra orilla.

Si creen algunos que silenciando el horror y la represión contribuimos a la estabilidad de la región, se equivocan y la historia así lo demuestra.

Este apoyo occidental, como el español, a veces sin ningún atisbo crítico, a determinados regímenes del mundo árabe tan sólo sirve para fomentar aún más el odio a Occidente desde los emergentes y ascendentes movimientos islamistas y para impedir la necesaria modernización de estos países, tal como pretenden, cada vez más, numerosos intelectuales y escritores comprometidos.

APOYEMOS LA DEMOCRACIA, NO LA OPRESIÓN

Más nos valdría apoyar las vías reformistas y democráticas, como la del escritor gay Abdelá Taia, que comprometernos con viejas políticas ya fracasadas y regímenes trasnochados que todavía no han atisbado siquiera la modernidad. Mientras tanto, los homosexuales marroquíes siguen viviendo entre la represión y el silencio. También con nuestro silencio, especialmente “sonoro” en el caso de algunos.

31-VIII-06