entrevista, VIII-07

Tengo 61 años. Nací en Dublín. Llevo 40 años visitando y estudiando Oriente Medio. Estoy separado, con un hijo, Alex (22). Soy profesor del London School of Economics y del Institut Barcelona d¿Estudis Internacionals, y asesor autónomo del CCCB. Soy radical en política, y en economía, moderado. Soy ateo. He escrito 18 libros, el último "100 mitos sobre Oriente Próximo" (Global/ rhytm).

Halliday es un hombre jovial, muy hablador, divertido. Y uno de los mejores conocedores del mundo árabe e islámico, que estudia como académico, periodista y asesor. Buscan sus consejos incluso embajadores, traficantes de armas y espías: "A todos les digo que no doy en privado informaciones que no haya publicado o vaya a publicar". Hablando con él y leyéndolo te enteras de todo lo que hay que saber sobre Oriente próximo y el mundo árabe. Sobre Al Yazira, por ejemplo: "Es la televisión de un señor rico, el emir de Qatar, que quiere pinchar a los saudíes, por mala relación tribal". Cuenta anécdotas también de por aquí: "Un asesor de Blair me dijo: "¿Cuál es la diferencia entre Dios y Blair? Una: ¡que Dios no piensa que es Tony Blair!"

-¿Conocemos poco Oriente Próximo?

- Lo conocemos a través de un montón de mitos que nos lo distorsionan.

- ¿Me ayuda a desmontarlos?

- Sí. Desde los 19 años viajo por los 25 países islámicos. Los conozco todos.

- Hábleme de esos mitos.

- ¿De cuál de ellos?

- Del más gordo.

- El más gordo es este: "Ellos son diferentes de nosotros".

- ¿Y acaso no son diferentes?

- No. La gente de esos países quiere lo mismo que nosotros: levantarse por la mañana, desayunar, llevar a sus niños a la escuela, comer bien, reír, bailar, beber...

- ¿Alcohol, allí?

- El Corán y los viejos poetas árabes cantan al vino y a los amantes. Soy irlandés, y sólo bebo whisky cuando visito Arabia Saudí.

- Será en casas particulares.

- Sí. Mire, la impresión que yo me llevo siempre de allí es de alegría, de fiesta, de buen humor... Es mi experiencia: ¡siempre me voy de allí dando las gracias por todo!

- ¿Buen humor? Tienen fama de ser susceptibles.

- ¡Otro mito! En ningún lugar del mundo oigo más chistes -y más tremendos- que en esos países sobre sí mismos.

- ¿Se acuerda de alguno?

- Un funcionario huía de Arabia Saudí en un burro, con su esposa y cinco millones de dólares. Le detienen y le preguntan al rey qué hacer: "Dejadle". ¿Y con el dinero? "Para el presupuesto". ¿Y la mujer? "Que se case con mi hermano". ¿Y el burro? "¡Al consejo asesor!". ¡Y me lo contaba un miembro del consejo asesor del rey saudí, ja, ja!

- Otro.

- Los iraníes son de un humor más amargo. Allí hay toque de queda a las nueve de la noche. A las siete de la tarde, un soldado de guardia ve por la calle a un hombre, le apunta y le mata. "¿Pero qué haces?", le increpan sus mandos. "Conozco a ese tipo, y sé que vive lejos: ¡a las nueve no habría llegado a casa!".

- Vaya con los iraníes.

- Se dice que los iraníes son paranoicos... ¡pero tienen motivos!: los ingleses y los americanos les han montado algunos golpes de Estado... Y a eso me dedico: a estudiar lo que ha llevado a cada país a ser como es.
- ¿Pesa mucho el conflicto palestino-israelí?

- A cada uno le influye lo que le conviene. Es como el pasado, como la historia de un país: cada uno la interpreta en cada momento del presente como le interesa.

- Cada presente crea su pasado.

- Ahora, árabes y judíos son enemigos, ¡pero hasta hace un siglo eran los más amigos! Iban juntos contra los cristianos...

- El Corán santifica la guerra: ¿es otro mito eso también?

- La creación política de la guerra santa es mérito del cristianismo: ¡las cruzadas!, ¿recuerda? El Corán santifica la paz, el Corán santifica la guerra: ¡depende del pasaje que usted decida escoger!

- Huntington escogió el segundo.

- Y ha hecho mucho daño, ¡sus tesis son un peligro!

- ¿Por qué?

- Por divulgar el mito de que siempre hay un enemigo enfrente. ¡Es falso! Está bien afirmar la propia identidad, ¡pero para eso no hace falta crearse un enemigo!

- ¿Qué dicen en los países islámicos del 11-M?

- Que la intervención española en Iraq excitó a los terroristas. Se avergüenzan de que fuesen musulmanes. Y temen que eso erosione las relaciones con España.

- ¿Qué piensan de los españoles?

- Tenéis buena reputación. Dicen: "Si rascas a un inglés, debajo te sale un colonialista; si rascas a un español... ¡te sale un árabe!".

- ¿Qué quieren decir?

- Que comparten ustedes y ellos cierta actitud... relajada, y ¡que se entienden bien en el trato personal!

- La 'especial relación' de España con los árabes, ¿es un mito?

- ¿A quién mataba Franco en Marruecos? Eso de la especial relación lo formulan todos los países europeos, y es un modo de engrasar relaciones comerciales.

- Los países islámicos, ¿tienen a su vez mitos sobre Occidente?

- Sí: se fijan en Huntington para alimentar la idea de que les odiamos, y también se acogen a la especie de que los judíos lo controlan todo.

- ¿Qué hay que decirles?

- Que no es verdad, que un camarero o un estudiante de Barcelona, un ciudadano de aquí, no quiere enemigos. Todos tenemos nuestra pequeña responsabilidad, si bien esmayor en periodistas, sacerdotes, historiadores, intelectuales...

- ¿Y qué me dice de la corrupción en esos países?

- Un parlamentario kuwaití me comentó ciertos usos y costumbres: si eres ministro, se acepta que en dos años te lleves hasta unos 100 millones de dólares, para tus cosas, tu familia... Si te llevas más, ¡estás pasándote! Tendrás problemas.

V-M. Amela, lacontra/lavanguardia, 28-VIII-07.