Musharraf impide el retorno de Sharif a Pakistán

El ex primer ministro Nawaz Sharif cumplió ayer su promesa de regresar a Pakistán, tras siete años de exilio, aunque se limitó a pisar el acordonado aeropuerto de Islamabad. Su intención de darse un democratizador baño de multitudes hasta Lahore (en el Punjab) se vio frustrada por el general Pervez Musharraf, que ordenó su inmediata deportación y reembarque con destino a Arabia Saudí.

Sharif había aterrizado a las nueve de la mañana, procedente de Londres, en un vuelo de la pakistaní PIA, arropado por decenas de militantes y de periodistas extranjeros. Durante dos horas, Sharif permaneció en dicho avión, rodeado por fuerzas paramilitares y negándose a entregar su pasaporte. Finalmente, el político fue conducido a la sala de personalidades, donde un funcionario le leyó las graves acusaciones de corrupción que pesan contra él, así como el acuerdo suscrito hace siete años, en el que se comprometía a no volver a Pakistán - ni a la política- en una década. A continuación, pese a que Sharif había declarado su disposición a afrontar los cargos supuestamente "maquinados" contra él, el ex primer ministro era escoltado hasta un helicóptero y de ahí a un avión de línea con destino a Yedá.

él, así como el acuerdo suscrito hace siete años, en el que se comprometía a no volver a Pakistán - ni a la política- en una década. A continuación, pese a que Sharif había declarado su disposición a afrontar los cargos supuestamente "maquinados" contra él, el ex primer ministro era escoltado hasta un helicóptero y de ahí a un avión de línea con destino a Yedá.

Sharif, que dirige desde el exilio la Liga Musulmana de Pakistán (PML-N), apenas tuvo tiempo de declarar que Musharraf - el general que lo derrocó en 1999- preside un gobierno "sin ética, moral ni ley".

Anteayer, el régimen pakistaní se encargó de descabezar las posibles muestras de adhesión al antiguo premier al detener a unos dos mil militantes del PML-N. La violencia se extendió después a algunas ciudades del Punjab, al conocerse que el ex primer ministro había vuelto a ser deportado.

Por su parte, la UE ha lamentado que Pakistán no siga las directrices de su propio Tribunal Supremo, que hace escasas semanas confirmó el derecho de Nawaz Sharif y de su hermano Shahbaz, ex primer ministro de la provincia del Punjab, a volver a Pakistán y disfrutar de sus derechos políticos. El tribunal negaba así validez al acuerdo firmado hace siete años por los Sharif - con Arabia Saudí y el político libanés Rafiq al Hariri como garantes-, en el que aceptaban su destierro de Pakistán y de la política durante diez años para evitar la cadena perpetua por "corrupción" y "homicidio frustrado" del propio Musharraf.

Todo indica que Musharraf intentará ser reelegido como presidente por el mismo Parlamento que le dio un barniz de legitimidad hace cinco años. A continuación, dicha Asamblea será disuelta y deberán celebrarse elecciones legislativas a finales de año. Todas las opciones permanecen abiertas para Benazir Bhutto, la otra ex primera ministra en el exilio, que ha declarado su intención de regresar en octubre.

J.J. Baños, lavanguardia, 11-IX-07.