´Zurdos en escuelas de diestros´, Xaro Sánchez

Gracias que ya no atamos la mano izquierda de los zurdos al pupitre para impedir que escriban con ella! Porque si bien el 90% de la población, sea cual sea su origen es diestra, el porcentaje de zurdos no es despreciable: son zurdas entre un 6% y un 15% de las personas (según los diferentes estudios) y se habla de que la proporción podría estar aumentando en los últimos años.

Aunque desde los años setenta se considera ser zurdo como algo normal y no como un signo de torpeza, el niño y la niña zurdos siguen creciendo en un mundo de diestros y necesitan ser tenidos en cuenta sobre todo durante los primeros años de escolarización. Prueben si son diestros con su mano izquierda lo que cuesta escribir en una libreta con espiral, enroscar un tapón, cortar con unas tijeras, sacar punta a un lápiz o trazar una línea con una regla. Actividades que al principio ya suponen cierto esfuerzo para los niños diestros, tienen un grado de dificultad añadida para los zurdos al tener que trabajar con utensilios diseñados para el uso de la mano derecha. Pero más complicado todavía es para ellos tener que aprender a escribir de izquierda a derecha.

La escuela debe disponer de estrategias y materiales integrados cotidianamente para evitar que el zurdo pierda la confianza en sus propias habilidades y adquiera malos hábitos: los maestros deben informarse de si hay niños zurdos en el grupo, prestarles atención y procurarles herramientas escolares adaptadas.

Nunca se les debe obligar a utilizar la mano derecha y no hay que dejar que se las arreglen solos, sino ofrecerles la posibilidad de ver cómo algún tutor o alumno mayor zurdo se desenvuelven. El niño zurdo debe sentarse en el lado izquierdo del pupitre doble o junto a otro niño zurdo y ubicarse en la mitad derecha de la clase en relación con la pizarra, con el fin de que vean la escritura del maestro desde el mismo ángulo que ellos miran lo que escriben. El papel debe enseñarse a colocar en la mesa hacia la izquierda inclinándolo unos 45 º hacia la derecha. El maestro debe colocarse en el lado izquierdo del niño cuando le está enseñando. Y, sobre todo, debe insistir en que cojan el lápiz como los diestros con el fin de evitar que adopten la posición de la mano en gancho.Si el educador no atiende esos aspectos, la escritura puede llegar a ser ilegible para siempre.

Ser diestro o zurdo tiene que ver con la distribución de las funciones entre el hemisferio derecho y el hemisferio izquierdo del cerebro. El habla y la preferencia por una mano se desarrollan de manera independiente y no según un hemisferio dominante.En el 95% de los diestros y el 70% de los zurdos el habla está controlada por el hemisferio izquierdo. En el restante 30% de los zurdos, el habla está repartida por ambos hemisferios. El origen de ser zurdo no está claro. Ciertamente hay una influencia familiar: los hijos con un padre zurdo tienen 2,3 veces más probabilidades de serlo y 3,4 veces más si ambos padres lo son. También se han implicado factores prenatales, perinatales y adquiridos tempranamente. Aunque entre las personas afectadas de retraso mental y de otras discapacidades hay más zurdos, no se han encontrado diferencias en capacidades cognitivas entre diestros y no-diestros sin discapacidades.

Algunas condiciones de ser zurdo tendrían una etiología patológica y otras no. Sólo se ha observado una mayor proporción de zurdos entre genios de las matemáticas y más ambidiestros entre los artistas, pero son diferencias poco concluyentes.


XARO SÁNCHEZ, doctora en Psiquiatría, especialista en neurociencia de las artes visuales
lavanguardia, 14-IX-07.