"Estados Unidos posee tesoro que no puede abrir", Robert Fisk

EE.UU. posee un tesoro que no puede abrir
Robert Fisk, periodista, LV, 2-X-2003

... A mediados de agosto, Bremer dio la impresión de que la producción se estabilizaba en la cifra aproximada de un millón y medio de barriles diarios. Sin embargo, la producción real en ese momento era de 780.000 barriles diarios; de hecho, la producción raramente alcanza la cifra de un millón de barriles diarios...

Cuando los norteamericanos atacaron Iraq en marzo, la producción del país se situaba en la cifra de 2,7 millones de barriles diarios...

De hecho, Saddam carecía de planes para destruir los yacimientos petrolíferos, preparados como estaban para elevar las exportaciones al máximo. El Pentágono actuó de acuerdo con informes erróneos, enviando sus tropas a proteger los yacimientos, pero dejando sin protección precisamente los oleoductos vulnerables...

Desde los años veinte, sólo se han perforado aproximadamente 2.300 pozos en Iraq, emplazados en los valles del Tigris y el Éufrates cuyos desiertos apenas han sido objeto de prospecciones.

Oficialmente, Iraq posee un 12% de las reservas mundiales de petróleo; las dos terceras partes de las reservas mundiales se encuentran en sólo otros cuatro países: Arabia Saudí, Irán, Kuwait y los Emiratos; sin embargo, téngase en cuenta que Iraq podría albergar un 20%, e incluso un 25% de las reservas.

Puede argumentarse que el factor que revirtió en la circunstancia de que fuera tan importante para Estados Unidos el “cambio de régimen” fue la decisión de Saddam de pasar del dólar al euro en noviembre del año 2000. Cuando Irán amenazó con hacer lo propio, se le incluyó también en el “eje del mal”. La defensa del dólar es casi tan importante como el petróleo.

De todos modos, la principal ironía estriba en la naturaleza del nuevo poder de Estados Unidos en Iraq. Las reservas norteamericanas de petróleo merman de forma creciente y en 2005 las importaciones de petróleo norteamericanas representarán tal vez el 70% de toda la demanda interna. Estados Unidos se ve en la necesidad de controlar las reservas mundiales (y no me vengan ahora con que Estados Unidos habría invadido Iraq si su principal capítulo de exportación fuera la remolacha) y actualmente controla tal vez un 25% de las reservas mundiales. Pero no puede hacer que el petróleo fluya sin más: el coste de producción podría provocar una crisis económica en Estados Unidos. Y ése es el factor –más que la muerte cotidiana de jóvenes soldados norteamericanos– que se halla tras el creciente sentimiento de pánico de la Administración Bush. Washington se ha hecho con la mayor arca del tesoro del mundo..., pero no puede abrirla. No es de extrañar que se dediquen ahora a maquillar las cuentas del petróleo.