´No se ha defendido la independencia judicial´, Maria Eugènia Alegret

entrevista a Maria Eugènia Alegret, presidenta del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, lavanguardia, 1-XI-07.

La polémica por la agresión a una menor ecuatoriana en un tren aún colea. La presidenta del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, Maria Eugènia Alegret, piensa que el juez ha cumplido su cometido, pero que el caso marca un punto y aparte respecto a la independencia judicial, que, en su opinión, no ha respetado ni el ministro de Justicia.

¿Ha fallado el sistema judicial?

A parte de que la actuación es vil y cobarde, en el sentido de que afecta a una menor, a una mujer y además tiene tintes indiciariamente xenófobos, el caso en sí era como muchos otros. La única diferencia respecto a otros casos viles y cobardes como éste que ocurren cada día es que aquí han salido imágenes. La sociedad no está acostumbrada a ver los delitos en vivo y en directo. Lo que no se puede pretender es que la administración de justicia actúe de una forma diferente porque el hecho salga en televisión o no. La administración de justicia ha actuado como en otro caso, y precisamente esto es lo que hace que haya mantenido su independencia e imparcialidad. La primera actuación del juez fue rápida. Nose pudo hacer un juicio rápido porque no había parte de lesiones ni declaración de la menor, pero no se puede confundir medidas cautelares con sanción. Ni este ni otros casos van a quedar impunes.

Pero existe un estado de ánimo de que la justicia no puede responder a las expectativas de los ciudadanos...

La sociedad tiene que valorar si las conductas están o no bien tipificadas y se les imponen las sanciones adecuadas. En este caso parece que no puede imponerse una pena superior a dos años que incluso, sin antecedentes penales y en determinadas circunstancias, podría suspenderse, que es lo que dice la ley. Y lo que hay que aplicar es la ley. Si la sociedad entiende que las leyes son demasiado permisivas, el Parlamento deberá reformarlas.

¿Usted es partidaria de reformarlas?

Yo no soy partidaria de reformar las leyes por un caso ni dos. El sistema jurídico hay que verlo en su globalidad. No se puede pedir que los jueces no apliquen la ley por la repercusión social del caso o por el hecho de tener las imágenes de la acción. Si por casos así se decretaran prisiones preventivas, no nos harían falta cuatro cárceles nuevas, sino cinco o seis más.

¿La justicia es eficaz?

Lo que pasa es que la sanción no se empieza a cumplir cuando da la patada. Ésa es la sensación de que la justicia no es eficaz. Pero la justicia no actúa de la noche a la mañana y antes de un juicio justo con todas las garantías no se pone una sanción. Lo que hay que procurar es que estas sanciones efectivamente se cumplan. Yahí es un punto débil del eslabón. Nosotros en la sala de gobierno estamos analizando los mecanismos de ejecución de las sentencias penales.

¿Qué le preocupa de este caso?

A mí lo que me ha preocupado mucho ha sido el intento de presión que ha habido para que los jueces adoptaran determinadas decisiones, y me parece grave porque la independencia judicial no se ha defendido por parte de las instituciones, que son las que primero tienen que hacerlo.

¿A qué intentos de presión se refiere?

Hemos visto cómo estados extranjeros pedían que el juez actuara de determinada manera, calificaban de grave error determinada actuación y se daba por hecho que ahora se iba a adoptar otra porque ahora se iba a arreglar en virtud de esas peticiones que se hacían; también cómo el ministro de Justicia actuaba como fiscal del caso; cómo otros responsables políticos hacían otras valoraciones, cuando no conocían la causa o deberían informarse bien. Estas cosas marcan un punto y aparte en la independencia judicial y en su respeto por parte de los poderes públicos, que no se ha dado en este caso. El juez, no obstante, ha trabajado y ha decidido de manera imparcial.

¿A quién ha echado en falta en esa defensa de la independencia judicial?

A todo el que no la ha defendido. Los poderes públicos son los que han de mantener la independencia del juez y no lo han hecho.

¿Puede singularizar?

El Consejo General del Poder Judicial debería haber salido en defensa de la independencia del juez en los momentos de máxima presión. El portavoz ya lo hizo pero, tal como estaba la situación, el consejo tendría que haber sido más contundente. Las instituciones están por encima de la vehemencia de los ciudadanos, que es más normal. Todas las instituciones públicas están obligadas a defender esta independencia. Otros han intentado con sus manifestaciones presionar al juez y condicionar la resolución en un determinado sentido.

¿Quiénes?

Pues desde el ministro de Justicia hasta el Estado de Ecuador, su consulado y su ministro de Exteriores. En general, la valoración que se hacía es que antes había sido un error y que ahora se intentaba rectificar ya que se iba a enviar a esta persona a prisión, dando por hecho que iba a ser así, sin tener en cuenta nada. No se decía "ordeno al juez…", pero era crear el clima para que el juez se viera abocado, si no quería verse rechazado por los medios y por las instituciones, a dictar una determinada resolución. Y eso me parece muy grave.

¿Y la presión mediática?

Decidir con el juzgado rodeado puede perturbar la tranquilidad con la que un juez ha de resolver. No obstante, los jueces están cada vez más acostumbrados a la presión mediática. Los medios de comunicación deben hacer una reflexión sobre el tratamiento que han dado a este tema. En algunos medios tampoco se ha respetado la independencia judicial y se ha desinformado mucho. Se ha descalificado toda la actuación judicial, aunque ésta se ha limitado a aplicar la ley. No se puede confundir la impunidad con la no adopción de una medida cautelar, no tiene nada que ver. La prisión preventiva es excepcional. Es verdad que la gente pide hecho y sanción, y esto es estupendo, pero las cosas no funcionan así. Se verá este procedimiento en seis o siete meses, si todo va bien, y se pondrá la sanción que corresponda. Y ese señor cumplirá o no cumplirá en función de la legalidad que se le aplique.

Quizá cuesta entender por qué debe pasar medio año.

No se puede acortar cuando al juez se le asignan 500 casos al año. En este caso no se pudo hacer juicio rápido: no había parte médico y la chica no fue a declarar. Ahora pasa por la vía ordinaria, que no será muy larga, pero evidentemente no será a los dos o tres meses. Si es en Barcelona es más rápido y si es en otros juzgados se están tardando bastante más. La planta judicial no está totalmente ajustada.

¿Puede cuantificar las carencias?

En Catalunya hay 670 jueces y magistrados y nos faltan 48. Estamos en la franja baja en cuanto a jueces por habitante respecto al resto de Europa.