´Sí, Dick Cheney es un mentiroso, ¿y qué?´, Nomi Prins

"Sí, Dick Cheney es un mentiroso, ¿y qué?"
Nomi Prins

Esta semana, Judicial Watch, un grupo basado en Washington DC que se dedica a luchar contra la corrupción gubernamental, desveló una carga de profundidad contra Dick Cheney. Era un e–mail que indicaba de forma inequívoca que Cheney no sólo estaba al corriente de un megacontrato sin concurso que había sido atribuído a Halliburton antes de que la guerra de Iraq empezase, sino que el contrato, de hecho, fue “coordinado con la oficina del vicepresidente”.

Esto suponía un claro contraste respecto al episodio que Cheney protagonizó en septiembre en el programa de televisión nacional “Meet the Press” en el que declaró que “...como vicepresidente no tengo en absoluto ninguna influencia, o participación, o conocimiento de nada que tenga que ver con contratos liderados por el Cuerpo de Ingenieros o cualquier otra persona del Gobierno federal”.

Esta versión, sin embargo, no era la que consta en el e–mail del 5 de marzo de 2003 enviado por el Cuerdo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos. Tres días después de que el e–mail fuese enviado (dos semanas antes de que se declarase la guerra en Iraq) el contrato para apagar los incendios en los pozos iraquíes fue adjudicado a Kellogg Brown and Root (KBR), una filial de Halliburton, su división especializada en contratos con el gobierno. No hubo concurso público o escrutinio por parte del Congreso. Y el contrato de hasta 7.000 millones permitió a KBR conseguir un beneficio adicional del 7%, ó 490 millones de dólares.

El mayor contrato
Ahora bien, sería posible que precisamente porque la acción fuese coordinada por la oficina del Vicepresidente, éste no estuviera involucrado. Pero, teniendo en cuenta que éste fue el mayor contrato relacionado con la guerra y la reconstrucción nunca concedido antes a un solo proveedor y que éste resulta que es la anterior compañía para la que trabajaba el Vicepresidente, parece altamente improbable.

La pregunta de si Dick Cheney tiene dificultades con el concepto de lo que es la verdad no es una cuestión nueva. Se trata del mismo hombre que dirigió la “Energy Policy Task Force”, destinada a fijar la política energética de la Administración Bush y en la que participaban ejecutivos de compañías privadas del sector como Enron, todo ello durante el cenit de la crisis eléctrica en California.

Hasta ahora, la verdadera composición y acciones de este grupo permanecen en el secreto más absoluto y da pie a interpretaciones y disputas. Cheney se ha mostrado desesperado para bloquear cualquier divulgación de documentos relacionados con la “Energy Policy Task Force” y sus actividades. La Corte Suprema está debatiendo si esta información debe ser pública.

La “Energy Policy Task Force” fue creada a principios de 2001 por una orden del poder ejecutivo que lo definió como un comité de la Casa Blanca. A cambio, los miembros de dicho comité se aprovecharon ampliamente de la manipulación de las regulaciones energéticas y de evitar que la Administración y la “Federal Energy Regulatory Commission” aprobasen precios máximos que hubieran protegido a California de una hemorragia de miles de millones de dólares.

En caso de que la “task force” hubiera sido creada por el Congreso, y no por la Casa Blanca, hubiera estado sujeta a la jurisdicción del “Freedom of Information Act” y, por tanto, las actas de las reuniones hubieran sido públicas. Pero no es así como opera Cheney.

Hay muchos vínculos con Halliburton que Cheney ha intentado minimizar insistentemente. Después de servir a George Bush como secretario de Defensa de la primera guerra del Golfo, Dick Cheney volvió al sector privado, consiguiendo fácilmente el empleo de presidente y primer ejecutivo (“Chief Executive Officer”) –desde 1995 hasta agosto de 2000– de la compañía Halliburton, basada en Houston.

Estrechar lazos
Cheney fue decisivo a la hora de estrechar lazos con el gobierno gracias a su experiencia en el ejecutivo y, aparentemente, más allá. En los cinco años previos a la llegada de Cheney a Halliburton, KBR recibió alrededor de 100 millones de dólares en préstamos y garantías del “Export-Import Bank” y de la “Overseas Private Investment Corporation”. Después de que Cheney se subiera al tren de Halliburton, el pedazo del pastel gubernamental que se llevó “Kellogg Brown & Root” creció hasta 1.500 millones de dólares. Y desde que Cheney llegó a la Casa Blanca, los ingresos de Halliburton generados por contratos gubernamentales crecieron un 40%.

Además de fomentar los vínculos gubernamentales, Cheney era un CEO muy especial. Su mayor operación empresarial fue la adquisición de “Dresser Industries, Inc”. en 1998. Con Dresser, también adquirió 4.000 millones de dólares en pasivos de amianto. Tras su salida de Halliburton, la compañía resolvió las demandas pagando 2.800 millones de dólares a los afectados.

En Halliburton, Cheney también demostró sus habilidades elaborando prácticas contables destinadas a camuflar la situación real de la empresa, lo que puede cuantificarse en un hinchamiento del 7% de los beneficios después de impuestos. Algo que fue escondido a los accionistas. La “Securities and Exchange Commission” (la temida SEC que regula las bolsas norteamericanas) acabó abriendo una investigación sobre dichas prácticas en julio de 2002, pero hasta ahora no ha encontrado culpable ni ha fijado multa alguna.

Dos meses después del inicio de la guerra en Iraq, Halliburton resolvió una demanda separada por un fraude de 445 millones de dólares pagando una multa de 6 millones de multa. Esta operación absolvió a Dick Cheney de todas las responsabilidades asociadas con sus juegos contables mientras fue “Chief Executive Officer”.

Después de Cheney, un piélago de nuevas estafas ha demostrado que Halliburton, por sí solo, es incapaz de demostrar integridad en sus negocios. Hasta ahora, por contratos cuyo valor ha sido exagerado, Halliburton ha pagado un total de 8,3 millones de dólares en multas (incluyendo 2,7 millones por defraudar al Ejército mediante servicios de mantenimiento con precios sobrevalorados en 2002. En marzo, la firma pagó una multa de 6,3 millones por los sobornos que dos de sus trabajadores en Kuwait recibieron de unos sub–contratistas.

Proyectos en Iraq
La compañía todavía no ha divulgado ningún detalle sobre cómo ha gastado los 3.600 milllones de dólares que ha recibido hasta ahora por proyectos relacionados con Iraq. En febrero, el Pentágono anunció que planeaba retirar 300 millones de dólares concedidos a Halliburton por los sobreprecios que hizo pagar a las tropas por las comidas entregadas. Se realizan investigaciones al respecto sin que se hayan fijado multas por los 243 millones de dólares en sobreprecios (incluyendo gasolina vendida más cara y sobornos generalizados) relacionados con Iraq.

A pesar de sus fuertes desmentidos, Cheney sigue manteniendo vínculos financieros con la empresa. En diciembre de 1998, Cheney escogió retrasar sus emolumentos de 1999 y cinco años más, con intereses. Estuvo en nómina de Halliburton durante todo su mandato como vicepresidente. Además, Cheney todavía ostenta 432,000 opciones sobre acciones de Halliburton, lo que difícilmente puede calificarse de interés financiero insignificante. Con todo, según la portavoz de Halliburton, Wendy Hall, “el vicepresidente no tienen absolutamente nada que ver con la concesión de contratos de defensa, los procesos de puja y selección de candidaturas o los pedidos corrientes”.

Personalidad minuciosa
Dan Briody, autor de “The Halliburton Agenda”, que en su libro escribe sobre la personalidad minuciosa de Cheney y su naturaleza controladora, dice que “el déficit en la credibilidad de Cheney está alcanzando proporciones de Gran Cañón de Colorado”.

El senador demócrata por Vermont, Patrick Leahy, ha pedido una comisión para investigar el contrato que obtuvo KBR y el papel que jugó Cheney en la forma en la que fue concedido. El representante demócrata por California, Henry Waxman, y otros demócratas han estado solicitando comisiones de investigación sobre Halliburton durante meses. Lo que realmente queda por saber es durante cuánto tiempo conseguirá escabullirse Cheney antes de que América solicite su “impeachment”.

lavanguardia, 6-VI-04