95 aniversario de Otto de Habsburgo

Hace cinco años, políticos y miembros de Casas Reales de toda Europa -incluyendo al Príncipe de Asturias-se reunían en Viena para celebrar y homenajear al Archiduque Otto por sus 90 años. Alguno creyó que era un homenaje para jubilarlo. Se equivocó. El viejo Archiduque ha celebrado en estos días su 95 cumpleaños con un programa de actos estremecedor. El 13 de noviembre el presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pötering daba en su honor en Estrasburgo una cena a la que asistían representantes de casi todos los grupos, desde sus viejos compañeros de filas del PPE hasta el anarcorradical Marco Pannella. El día 14 le homenajeaba el intergrupo paneuropeo del PE. El 15 y 16 se reunía con buena parte de la Familia Imperial en Hungría y visitaba la abadía benedictina de Pannonhalma, de donde habían salido la mayoría de los profesores que se ocuparon de su educación en el exilio de Lequeitio durante la década de 1920. El sábado 17 de noviembre el presidente de Hungría, László Sólyom, daba una cena en su honor y el domingo 18 la celebración era en el Hotel Sacher de Viena, organizada por la Unión Paneuropea de Austria. Entre los asistentes, el presidente de Bosnia-Herzegovina, Zeljko Komsic. El lunes 19 estuvo centrado en la solemne misa que ofició en la catedral de San Esteban el cardenal Cristoph Schönborn, para después completar el día reuniéndose con el presidente austriaco, el socialista Heinz Fischer, y por la tarde mantener una conferencia con diferentes personalidades entre las que estaba el gran mufti de Sarajevo, Mustafá Ceric.
Llegado el martes 20, el día en que de verdad cumplía 95 años, voló a Banja Luka, capital de la sedicente República Srpska dentro de Bosnia-Herzegovina. El obispo croata del lugar ofició otra misa y el Archiduque se reunió con el ministro de Exteriores de Bosnia y el vicepresidente de la República Srpska. Al fin ayer, en Munich, su hija Gabriela reunía a amigos llegados de toda Europa para celebrar el 95 cumpleaños de manera «normal». «Normal», sí, pero no hay un europeo igual.
abc, 25-XI-07.