fracaso de las mediaciones sobre Kosovo

Serbios y albanokosovares enfrentaron ayer sus posiciones sobre el futuro estatus de la provincia de Kosovo, en una reunión celebrada en Bruselas, con mediación internacional, que se cerró sin avances. La próxima reunión se celebrará del 26 al 28 de noviembre en Baden (Austria). Será probablemente la última antes de que expire el plazo del 10 de diciembre marcado por las Naciones Unidas. Serbia considera ese plazo una imposición y pide continuar las negociaciones más allá de esa fecha.

Belgrado, representado por el presidente Boris Tadic y el primer ministro Vojislav Kostunica, volvió a poner sobre la mesa posibles alternativas a la independencia del territorio, como el modelo que une a Hong-Kong y China o el que rige las relaciones entre las islas Aaland, de mayoría sueca, y Finlandia. "Son ejemplos que pueden resultar útiles en el futuro", afirmó Tadic tras el encuentro. Sus propuestas no tuvieron éxito alguno. "A cada una de estas ideas podemos responder con ejemplos como Timor Oriental y otros países que han ganado su libertad e independencia tras largos años de opresión y ocupación. Pero Kosovo es además un caso único", explicó a los medios de comunicación el portavoz de la delegación de Pristina, Skender Hyseni.

Durante el encuentro cara a cara, que se prolongó durante más de tres horas, Pristina planteó su modelo de "independencia tutelada" para Kosovo "en línea con las recomendaciones del plan Ahtisaari", afirmó en un comunicado la troika internacional, formada por la UE, Estados Unidos y Rusia, que gestiona la mediación. Por su parte, Belgrado habló de un Kosovo "altamente autónomo dentro de las fronteras serbias". Un 90% de la población de Kosovo es albanesa, pero Serbia considera el territorio cuna de su cultura e historia.

Otro de los posibles compromisos tanteados por la troika consiste en pasar de puntillas sobre el espinoso asunto del estatus, conceder su neutralidad y lograr normalizar relaciones entre los dos territorios, como hicieron las dos Alemanias en 1972. La delegación serbia rechazó la opción alegando que "es sólo un truco para encubrir que Kosovo sea independiente, y eso es inaceptable", zanjó Kostunica. La propuesta tampoco tentó a los kosovares, que advierten que Europa no puede permitirse "soluciones a medias".

Según reveló el negociador kosovar, el embajador europeo en la troika, Wolfang Ischinger, planteó "algunas preguntas interesantes" sobre el futuro de las relaciones entre Serbia y Kosovo, referidas a la posibilidad de cooperar en cuestiones como los desaparecidos. Kosovo insistió ayer en su intención de declararse independiente después del 10 de diciembre, aunque consultará y coordinará sus decisiones con la comunidad internacional. El plazo es inapelable. "Los serbios quieren alargar el proceso hasta que el infierno se congele. Kosovo no está dispuesto a esperar tanto tiempo", dijo Hyseni.

B. Navarro, lavanguardia, 21-XI-07.