dossier preelecciones I-08

(dossier en orden cronológico inverso)

16-XII-07, J.J. Baños, lavanguardia.
El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, levantó ayer el estado de excepción decretado por él mismo hace exactamente seis semanas, cuando todavía vestía el uniforme de jefe del ejército. La Constitución de 1973 vuelve a estar en vigor, aunque Musharraf ha tenido la precaución de introducir enmiendas que impiden que sea perseguido judicialmente por haber suspendido las garantías constitucionales durante este tiempo.

Asimismo, ha establecido que el maletín nuclear pakistaní estará en sus manos, como presidente, y no en las del primer ministro que surja de las elecciones previstas para el próximo 8 de enero.

Anteayer el ex primer ministro Nawaz Sharif aclaró que su Liga Musulmana de Pakistan (PML-N) participará en dichos comicios, al no haber convencido al Partido Popular de Pakistán, liderado por Benazir Bhutto, de la conveniencia de boicotearlos conjuntamente. La otra gran fuerza política en liza es la facción PML-Q, nacida para legitimar el primer golpe de Estado de Musharraf, a cuyo régimen ha dado cobertura parlamentaria.

PPP y PML-N temen que en las elecciones de enero haya un fraude superior al habitual, a favor del anterior partido. Aunque se espera que en los próximos días Musharraf acceda a su demanda de suspender - durante la campaña y la jornada electoral- la autoridad de los alcaldes, correa de transmissión del pucherazo en anteriores citas electorales.

La nueva situación debería permitir sobre el papel la celebración de mítines, aunque la amenaza de atentados suicidas se encarga a su manera de coartar el ejercicio del derecho de reunión. Esta misma semana, Sharif ha hecho público su programa electoral, que tiene como eje la restauración de la independencia judicial y el apartamiento del ejército de la vida política.

Pero Musharraf tiene otro as en la manga, que es la prohibición constitucional, nueva norma inspirada por él mismo, de que un político pueda ejercer más de dos mandatos como primer ministro, cosa que inhabilitaría tanto a Sharif como a Bhutto, ya que ambos lo han sido en dos ocasiones. Musharraf no parece dispuesto a levantar dicha disposición sin asegurarse antes la inmunidad por sus dos golpes de Estado y sus ocho años de usurpación del poder ejecutivo.

Cabe recordar que el pasado 3 de noviembre, en un singular autogolpe, el Musharraf jefe del ejército suspendió el sistema de garantías democráticas que encabezaba el Musharraf presidente de Pakistán. El hasta entonces general Musharraf se quitó el uniforme a finales de noviembre, para poder acceder legalmente a la presidencia, pero sigue viviendo en una residencia castrense, y su sucesor en la jefatura del ejército es un hombre de su máxima confianza.

  

2-XII-07, lavanguardia, agcs.
Benazir Bhutto lanzó ayer su candidatura electoral, y lo hizo en el feudo étnicoreligioso de Peshawar, en la región fronteriza con Afganistán, recordando a "nuestros hermanos pastunes que en el pasado" apoyaron a su partido y pidiendo que vuelvan a hacerlo a cambio de "seguridad, paz y empleo". La ex primera ministra, que llegó en coche blindado y con escolta, dijo que le ha costado tomar la decisión de acudir a las elecciones del 8 de enero a sabiendas de que el Gobierno del presidente Pervez Musharraf "planea apañar el voto".   

29-XI-07, lavanguardia, agcs.
El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, anunció ayer que levantará el estado de excepción el 16 de diciembre. Asimismo, instó a todos los partidos a "participar" en los comicios legislativos del próximo 8 de enero. Musharraf juró ayer un nuevo mandato presidencial de cinco años, como civil, después de que anteayer abandonara la jefatura del Ejército. Por otro lado, la oposición anunció que en un par de días decidirán si van a boicotear las elecciones parlamentarias o no. "Si tan claro tiene que va a levantar la excepción, ¿por qué no lo hace hoy?", declaró Benazir Bhutto. 

 

28-XI-07, lavanguardia, J.J. Baños.
Pervez Musharraf jura hoy un nuevo mandato como presidente de Pakistán, esta vez en calidad de civil. Ayer cedió el bastón de jefe del ejército a Ashfaq Kiyani, en una ceremonia castrense. "A partir de mañana iré sin uniforme, pero mi corazón y mi pensamiento siempre estarán con vosotros", declaró Musharraf a los que han sido sus subordinados durante nueve años. Cabe señalar que, como jefe de Estado, Pervez Musharraf seguirá presidiendo el Consejo de Seguridad Nacional. Un grupo de veinte oficiales retirados había instado horas antes a Musharraf a abandonar incluso el cargo de presidente. Su sucesor de confianza al mando de las fuerzas armadas - y de la bomba atómica islámica- es un punjabí de 55 años formado en Estados Unidos y fanático del golf. Kiyani es el primer jefe del espionaje (mandó tres años en el ISI) que alcanza dicho puesto. También ha sido clave en las negociaciones con Benazir Bhutto, de la que fue secretario militar. 

26-XI-07, lavanguardia, J.J. Baños.
El dos veces primer ministro, Nawaz Sharif, fue recibido ayer por miles de simpatizantes, en su segunda tentativa de regreso a Pakistán, tras siete años de exilio...

Tras la escasa movilización popular despertada por su primer conato de regreso, hace dos meses y medio en Islamabad, Sharif se aseguró el tiro aterrizando en su feudo de Lahore, capital del Punjab, donde tanto él como su hermano Shahbaz, que le acompañaba, ejercieron en el pasado de presidentes provinciales. Tras bajar del avión privado, facilitado por el rey de Arabia Saudí, los Sharif fueron conducidos a un coche blindado, brindado también por el monarca wahabí. Desde el aeropuerto de Lahore, el político, de 57 años, encabezó una lenta procesión de seguidores - fuertemente escoltada- hasta un céntrico santuario musulmán. Luego fue a su casa natal y visitó la tumba de su padre, uno de los mayores industriales del país.

Nawaz Sharif vuelve a aspirar al cargo de primer ministro, con la poco halagüeña perspectiva de tener que contar como presidente con Pervez Musharraf, el general que lo derrocó y encarceló en 1999, antes de forzarlo al exilio en Arabia Saudí. En septiembre pasado, Sharif intentó aterrizar en la capital pakistaní en un vuelo de la compañía nacional, PIA, con origen en Londres, donde reside desde 2005. Pero nada más tomar tierra, fue deportado a Arabia Saudí...

Sólo con la presidencia asegurada, y tras una visita relámpago a Riad, Musharraf ha accedido al regreso de su antagonista.

Sharif llega a Pakistán la víspera de que se cierre la presentación de candidaturas para las elecciones legislativas del próximo 8 de enero. No obstante, no quiso ayer desvelar si su partido participará en ellas o si se unirá al boicot propugnado por otros socios del interpartidista Movimiento Democrático, como el Tehreek-e-Insaf de Imran Jan. Según Sharif, la decisión será tomada por la plataforma en su conjunto, aunque admitió que la actual circunstancia "no propicia" unas elecciones libres y justas.

El regreso de Sharif cambia la ecuación política en Pakistán. Por un lado, evita que el Partido Popular de Pakistán (PPP) de Benazir Bhutto, pueda barrer en el Punjab, provincia que reúne a más de la mitad de la población del país. Algo deseable desde el punto de vista de Musharraf, pero que amenaza a sus protegidos políticos, que bajo las siglas de la homónima Liga Musulmana de Pakistán (PML-Q) han ocupado el Ejecutivo los últimos años. Según algunos analistas, Musharraf abortó el primer regreso de Sharif por miedo a que las previsibles deserciones del PML-Q hacia el PML-N, pudieran comprometer su reelección como presidente en el Parlamento...

Aunque Bhutto sea la preferidas de Occidente, Sharif - que no duda en hacer causa común con los islamistas cuando le conviene- cuenta con la bendición de Arabia Saudí, entre otros, frente al laicismo de Bhutto. Cabe recordar que Sharif y Bhutto se sucedieron como primeros ministros en las cuatro legislaturas transcurridas desde la restauración de la democracia (finales de los ochenta) y el retorno de la tutela militar (1999).