"Los ´papeles´ del Archivo", Fabián Estapé

Esta vieja situación la inauguró y de esto no se dice ni palabra, mi gran amigo, diputado de AP y charlista inigualable, Antonio de Senillosa que con el respaldo -¡pásmense algunos!- de Manuel Fraga, planteó como diputado por Barcelona la cuestión del retorno de los legajos ocupados a punta de pistola por las tropas del entonces ejército vencedor, y esto fue en 1978. vean si hace tiempo de algo que ha seguido derivando a través del ministerio de Carmen Alborch, y que fue, como era de esperar, súbitamente detenido por la acción enérgica de Pilar del Castillo.

En la situación actual se ha llegado a la decisión política de una Comisión de Expertos presidida por el notable intelectual que es Federico Mayor Zaragoza. Ustedes no saben la campaña de protesta que se ha orquestado ante la previsible decisión de que Carmen Calvo, ministra de Cultura la llevara al Consejo de Ministros. He leído, visto y escuchado a unos y a otros los más diversos pareceres; vale la pena decir que en esta ocasión las autoridades y los organismos mediáticos catalanes han exhibido un mayor recato. Pero en el bando opuesto, personas como el inefable presidente de Castilla y León, Vicente Herrera, que no tiene recato en llamar pesebristas a los intelectuales que suscriben la decisión del dictamen, parecen querer situarnos en disposición bélica.

Un personaje curioso, para mi por lo menos, es el señor Lanzarote, alcalde de Salamanca, el cual tuvo la brillantísima idea de vallar la entrada del Archivo, cuando la solución auténtica ha de encontrarla en la máxima jurídica que le brindo y que he dudado en traducir porque siendo militante importante del PP, tengo la seguridad de que será ducho en la lengua de Cicerón: Quod ab initio nullus est tractu temporis convalecescere non potest (Lo que es nulo en su inicio el transcurso del tiempo no puede convalidarlo). Espero que a gente tan esforzada como Herrera y Lanzarote, las vallas no les impidan viajar a El Ferrol y allí, en el Departamento de Marina de Guerra española, encontrarán lo que no está en Salamanca: todos los legajos pertenecientes a la represión de los perseguidores en Castilla y León, ¿o no les interesa?

lavanguardia, 16-I-2005