madrasas extremistas (y F16)

El ciclo de violencia política que padece Pakistán, que ha causado más de 3.400 muertos en el 2007, se aceleró brutalmente con el asedio y asalto a la extremista mezquita Roja de Islamabad, en julio pasado. La violencia entonces desencadenada tocaba techo hace unos días en Rawalpindi, a quince minutos de la capital, con el asesinato de Benazir Bhutto - que saludó en su día aquella operación- y treinta de sus seguidores. Aunque el magnicidio no ha sido reivindicado, el régimen pakistaní se ha apresurado a atribuirlo a un líder tribal próximo a los talibanes y Al Qaeda, que ha dado su desmentido. Y los disturbios que desde entonces han sacudido gran parte del país convierten la mezquita Roja en un inquietante remanso de paz...

En el último año, la mezquita Roja había doblado hasta los 10.000 su número de alumnos, la mayoría muy pobres, adoctrinados junto a las zonas residenciales de lo más granado de la sociedad pakistaní. Una imprevisible revolución iraní de laboratorio.

La misma tarde del asalto, el pasado julio, aterrizó el primer F-16 que EE. UU. vendía a Pakistán tras veinte años de embargo de este avión de combate. Ayer se anunciaron 18 más, con opción a otros tantos en el futuro.

1/2-I-08, J.J. Baños, lavanguardia