´Operación House´, Fernando de Felipe

Noche del martes en Cuatro: emisión de Elegidos para la gloria,segundo capítulo de la cuarta temporada de House.El episodio se abre con el caso de una aspirante a astronauta de la NASA que sufre (en la más inconfesable intimidad) extrañas alucinaciones. Como si fuera una de esas pistas intertextuales que tanto gustan a los fans de Perdidos,las visiones de la joven- remiten directamente a la célebre secuencia del viaje a Júpiter del 2001 de Kubrick. Hasta ahí, todo más o menos normal.

Solo por primera vez ante el peligro, House deberá abordar el caso sin su equipo habitual de mortificados ayudantes. Lejos de resignarse a la soledad del replicador de fondo, House montará su propio casting de candidatos al sarcasmo especializado, una suerte de Operación Aguante en la que una veintena larga de médicos se pondrán a prueba ante la cínica mirada de tan incómodo boss.Y lo harán en un sala llena de pizarras en las que, junto a infinidad de fórmulas matemáticas (algo casi normal en un capítulo que se permite chistes a costa del gato de Schrödinger), vemos escrita la siguiente frase: "Tesla was robbed".

Hermeto-alarmas activadas: ¿se estarán refiriendo los guionistas al robo de patentes que sufrió Nikola Tesla, aquel extravagante ingeniero húngaro al que Edison estafó 50.000 dólares? Pues va a ser que sí. Sobre todo teniendo en cuenta que esa misma cantidad es la que la paciente le ofrecerá a House a cambio de su silencio administrativo. Más aún: House bromeará ante tan tentadora oferta declarándose inventor en la sombra de la FM (en clara alusión al hecho de que Tesla ideó los principios básicos de la radio antes que Marconi). Lo cierto es que la figura de tan visionario ingeniero ha sido moneda corriente en la ficción contemporánea (de Auster a Jarmusch, pasando por los videojuegos de Lara Croft o la película El prestigio).De hecho, Tesla ha aparecido como personaje invitado en muchas de esas historias que sobre la figura de Sherlock Holmes (fuente de inspiración de House) ha publicado en los últimos años R. E. Vaughan. Por cierto: ¿sabían que Conan Doyle basó el método deductivo de Holmes en el de Joseph Bell House, su profesor de medicina en el Edinburgh Infirmary? Pues eso, que al final, en la ficción de calidad, todo cuadra. ¿Se imaginan algo así en Los Serrano? Ni hartos de Vicodina. Aquí lo que se lleva es el cameo de famosetes y la intertextualidad tomatera. Sobrados que vamos.

17-I-08, F. de Felipe, lavanguardia