"mer.cat", M. Serra

La creación de un dominio en internet específico para la cultura catalana ha provocado reacciones muy diversas. De entrada, el portavoz oficial del Gobierno valenciano, Esteban González Pons, lo valoró como "el primer paso de Catalunya para obtener la independencia política". Más allá de su percepción semántica de la palabra dominio, la postura del Gobierno Camps demuestra dos cosas: que los sufijos han entrado en un ámbito simbólico antes reservado a los prefijos (con el 34 por delante) y que existe una corriente independentista en el seno del PP, encabezada por Esperanza Aguirre desde su territorio nacional. Para más inri, algunos de los máximos adalides del nuevo dominio son valencianos: el conseller Xavier Solà es de Xàtiva y el pionero Vicent Partal, de Bétera. También el Gobierno balear ha declinado participar, aunque sin tantos aspavientos, mientras que han mostrado su entusiasmo un centenar de entidades de ese puzzle territorial llamado Països Catalans que, curiosamente, los más fervientes defensores de la unidad de España siempre separan.

El contrato que aprobó el jueves el ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers) permite la creación de un dominio de primer nivel, pero no territorial (.es para España o . ad para Andorra), sino genérico (. com para el comercio o .edu para universidades). Nuestro .cat será el primero de los dominios genéricos dedicado a una cultura, de modo que sentará precedente sobre la manera de valorar los contenidos que tendrán derecho a acogerse a él. Los dominios territoriales están bajo control directo de los estados, de modo que para registrar un .es una empresa debe cumplir ciertos requisitos. A menos que el Estado en cuestión sea el archipiélago pacífico de Tuvalu, capital Funafuti, que ha sacado tajada del estratégico .tv que le tocó y lo vende a cuanta tele le paga por él. En cambio, en los dominios genéricos el control de contenidos es más difícil. ¿Quién no ha visitado algún .com sin ánimo de lucro? En teoría los .info son para agencias de información, pero yo registré uno a mi nombre y sólo informo de lo que publico. La fundación PuntCat, que gestionará el nuevo dominio, ya ha declarado que no habrá límites temáticos para las páginas que usen la lengua catalana (aquello del "puix parla català déu li don domini") y que, en otros casos, deberán guardar una cierta relación con nuestra cultura. Para ejemplificar un caso negativo, se mentó a las empresas de comida para gatos que pudieran verse atraídas por el .cat. Aunque, ¿por qué denegárselo? Se les pide una versión en catalán de sus textos y listos. De hecho, la principal difusora del CAT en el mundo es una multinacional norteamericana de maquinaria pesada para la construcción de carreteras. Se llama Caterpillar, pero todos sus vehículos lucen un gran CAT. Su web es www.cat.com y está en ocho lenguas. La perspectiva de un cat.cat tal vez les convencería de usar una novena.

Este diciembre, además de conocer cuál será el primer anuncio del año en cada canal, deberemos estar atentos a cuál será el primer dominio registrado con el .cat.

¿Será Endesa, Gas Natural, Agbar, el Barça, La Caixa, Caja Madrid, TV3 o alguno del tipo alter.cat, sindi.cat, comuni.cat? ¿Lo subastarán? ¿Se pagará más caro?

Màrius Serra, lavanguardia, 20-IX-05