informe de Scotland Yard sobre asesinato de Bhutto

Ni una bala, ni dos. La ex primera ministra pakistaní Benazir Bhutto murió por la onda expansiva provocada por la explosión de la carga de un solo terrorista suicida, según el informe presentado ayer en Islamabad por Scotland Yard. Las conclusiones del equipo de investigadores británicos ya han sido rechazadas por el Partido Popular de Pakistán (PPP), cuya candidatura para las elecciones encabezaba Bhutto en el momento de su asesinato.

La ex primera ministra fue asesinada al finalizar un mitin en Rawalpindi, el pasado 27 de diciembre. A las pocas horas, el escenario del crimen fue limpiado con una manguera a presión, lo que eliminó pruebas, algo reconocido por Scotland Yard, que llegó a Pakistán una semana después, invitado por el régimen del presidente Pervez Musharraf.

También ha jugado en contra del esclarecimiento la negativa del viudo, Asif Ali Zardari, a que se le practicara una autopsia a Benazir Bhutto, práctica poco corriente en la cultura islámica de Pakistán, sobre todo en mujeres. No obstante, los investigadores del Reino Unido dan por cierto, a partir de sus pesquisas y de las radiografías contrastadas, que el fallecimiento se produjo por una vasta herida en la sien, por la que perdió masa encefálica, y que de ninguna manera podía ser entrada o salida de bala. Scotland Yard sostiene que la onda expansiva hizo que Benazir Bhutto se golpeara fatalmente contra la portezuela del techo de su coche, a la que se había asomado para saludar a la muchedumbre.

Los investigadores consideran que el pistolero recogido en varias filmaciones de espectadores es el mismo que hizo estallar la bomba, al no conseguir matar a tiros a Bhutto. La versión de la policía británica confirma así el segundo diagnóstico forense del Gobierno pakistaní, que en un primer momento había corroborado la hipótesis de la muerte por heridas de bala, aún sostenida por el PPP. Esto supone un jarro de agua fría para el PPP, a diez días de las elecciones.

Desde el primer momento, el nuevo hombre fuerte del PPP, Asif Ali Zardari, rechazó la participación de Scotland Yard y pidió una investigación a cargo de las Naciones Unidas, solicitud que no fue atendida. Tanto la militancia del partido como la mayoría de los pakistaníes sospechan de la implicación de elementos del régimen en el magnicidio, perpetrado en la ciudad cuartel de las fuerzas armadas.

En cualquier caso, el informe de Scotland Yard se ciñe a los términos pactados con Musharraf, ya que se limita a las causas de la muerte, sin arrojar luz sobre la identidad del asesino ni sobre la trama; ni siquiera entra a analizar la clamorosa negligencia de seguridad que permitió que este se acercara a dos pasos del vehículo blindado de la dirigente.

Bhutto cayó en el parque Liaqat, que lleva el nombre de un primer ministro de Pakistán, muerto allí mismo en otro atentado cuya autoría nunca ha sido desvelada. Acabados los cuarenta días de duelo por la muerte de Bhutto, se reemprende la campaña electoral bruscamente interrumpida. Las elecciones, polémicamente aplazadas, deberán celebrarse el próximo 18 de febrero.

9-II-08, J.J. Baños, lavanguardia