(ETA:) ´Hace 40 aņos´, Francesc de Carreras

Hoy se cumplen cuarenta años del primer asesinato de ETA. Era en pleno franquismo, la víctima fue un conocido policía torturador y el autor del atentado fue abatido horas después por la policía. Así empezó todo: cuando se empieza matando a uno se puede matar a mil; o a un millón. ¿Quién hubiera vaticinado que, cuarenta años más tarde, cuando toda España ha cambiado de arriba abajo en el orden político, económico y social, ETA seguiría asesinando? Nadie se hubiera atrevido a vaticinar un futuro así, nadie fue consciente del camino emprendido.

Sin embargo, esta es la realidad. Y ello no hubiera sido así en el caso de que la organización terrorista no hubiera encontrado aliados objetivos, unos de buena fe - normalmente fe cristiana o asimilada- y otros que, al socaire de ETA, simplemente pretenden aprovecharse de la situación y miran hacia otro lado mientras caen las víctimas. El caso más claro es el PNV o, cuando menos, un sector del mismo. ¿Hubiera conseguido el PNV sin ETA soporte constitucional para alcanzar una situación financiera tan privilegiada? ¿Hubiera conseguido sin ETA que el cálculo quinquenal del cupo, renovación tras renovación, fuera siempre tan favorable o, lo que es lo mismo, resultara tan discriminatorio para el resto de las comunidades autónomas a excepción de Navarra, que tiene idéntico trato? Quizás para todo esto conviene todavía mantener a ETA.

El lehendakari Ibarretxe, un político con apariencia autista, para entretener al personal ha planteado un referéndum que sabe perfectamente que no se va a celebrar formulando dos preguntas sin que en ninguna de ellas se plantee la condena de ETA. Una buena parte de su partido, empezando por su presidente, Iñigo Urkullu, está en desacuerdo. Urkullu ha añadido que si el Tribunal Constitucional, a requerimiento del Gobierno, lo impide, acatará su resolución. Ibarretxe y Eusko Alkartasuna, partido que también forma parte de su Gobierno, se han mostrado reticentes a hacer público de antemano cuál será en este caso su postura ya que, según la portavoz de EA, aceptar la resolución del tribunal "sería reconocer de antemano la derrota".

Por último, Ezker Batua, tercer partido del Gobierno y la marca de Izquierda Unida en Euskadi que tanto desprestigia a esta formación en el resto de España, prepara un referéndum interno para decidir si es partidaria del referéndum externo - el de Ibarretxe- que debe decidir, por su parte, si se aprueba el "derecho a decidir" de los vascos. Parece un trabalenguas o un diálogo de Groucho Marx pero no lo es: es la realidad.

Como pueden ver, mientras siga este confuso panorama cuando el problema es el terrorismo y la falta de libertades en Euskadi, ETA puede seguir asesinando para causar terror durante cuarenta años más. A alguien le interesa que ETA no desaparezca.

7-VI-08, Francesc de Carreras, lavanguardia