nuevas promesas de fondos internacionales para Afganistán

La comunidad internacional reafirmó ayer en París su compromiso con el futuro de Afganistán. Los 80 países e instituciones internacionales participantes en la nueva Conferencia de Donantes organizada por la ONU- la última se celebró en Londres en el 2006- comprometieron globalmente 21.400 millones de dólares (casi 14.000 millones de euros) para contribuir al plan de reconstrucción y desarrollo presentado por el presidente Hamid Karzai. El Gobierno afgano redujo la cuantía de la ayuda realmente nueva - al margen de confirmaciones de dinero ya comprometido- a 19.000 millones de dólares (unos 12.000 millones de euros).

La cuantía de la ayuda, no desdeñable en un momento de crisis económica internacional y restricciones financieras, quedó lejos de la inversión que exige el plan del presidente afgano en los próximos cinco años, pero estuvo considerablemente por encima de lo que todo el mundo calculaba recaudar (de 15.000 a 17.000 millones de dólares). "Es un éxito con el que no contábamos ni en nuestros sueños más locos", declaró al final de la jornada el ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner.

Lo cierto, sin embargo, es que el éxito recae básicamente en un país, Estados Unidos, que por boca de su representante - Laura Bush, la esposa del presidente-, comprometió 10.200 millones de dólares (6.600 millones de euros). Todos los demás quedaron muy por detrás. El Reino Unido y Alemania contribuirán con 760 y 420 millones de euros, respectivamente, mientras que Francia, el país anfitrión e impulsor de la reunión, "doblará" el montante de su ayuda - así lo anunció el presidente Nicolas Sarkozy al inicio de la conferencia-, pero ello no significa más de 107 millones de euros. Eso sí, París enviará próximamente 700 soldados más a Afganistán, que se sumarán a los 1.600 que ya tiene desplegados, para reforzar la lucha contra los talibanes, que siete años después de su derrota amenazan la estabilidad del país. En Afganistán sigue habiendo 70.000 soldados extranjeros.

España, que desde el 2001 ha destinado a Kabul ayudas efectivas por 218 millones de euros, no hizo ayer nuevas promesas. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel

Ángel Moratinos, expuso la próxima puesta en marcha de un plan de relanzamiento de la agricultura - apadrinado también por Polonia y los Emiratos Árabes Unidos- en el que España aporta 8 millones, a cuenta de los 150 millones prometidos hace dos años.

El plan de Karzai incluye como uno de sus elementos básicos la modernización de la agricultura y la sustitución de los cultivos de opio y de cannabis, de los que Afganistán es el principal productor mundial. Según la ONU, un total de 70.000 hectáreas fueron destinadas en el 2007 al cannabis (frente a 50.000 en el 2006 y 30.000 en el 2005), desplazando a Marruecos. El narcotráfico es, junto a los talibanes, el principal foco de inseguridad en el país, uno de los lastres a los que se enfrenta su reconstrucción. El otro es la corrupción. Los países donantes condicionaron la nueva ayuda a un mayor esfuerzo de Kabul en la lucha contra la corrupción. "Exhorto al Gobierno a tomar medidas activas contra la corrupción y a practicar la transparencia y el buen gobierno", subrayó el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Mun.

Habrá que ver cuánta de la ayuda anunciada llegará finalmente a su destino. Según la Agencia de Coordinación de la Ayuda a Afganistán, de los 25.000 millones de dólares prometidos desde el 2001, sólo han sido entregados 15.000 millones.

13-VI-08, Ll. Uría, lavanguardia