´Historia moderna del ejército español´, Gabriel Cardona

Gabriel Cardona, ex militar e historiador. Tengo dos veces 35 años. Nací en Es Castell (Menorca) y vivo en Barcelona. Fui militar y soy historiador. Estoy casado y tengo cuatro hijos y cinco nietos. Soy de centroizquierda, pero independiente. ¿Creencias religiosas? Preguntar esto es anticonstitucional.

¿Por qué se hizo usted militar?

Lo era mi padre, dos de mis tíos, mi abuelo... Yo tenía dos tentaciones juveniles: ser escritor y ser militar, ¡me gustaba el ambiente de la guarnición, los amigos, el tachín-tachín...!

¿Cómo resolvió el dilema?

Tomé por modelo a Cadalso, Garcilaso, Lope, Cervantes..., todos a la vez militares y escritores. ¡Inocente de mí!

¿Por qué?

Escribía en un diario de Es Castell, y al llegar a teniente me obligaron a pasar censura previa. Lo dejé.

¿Escribir o el ejército?

En el ejército aguanté 25 años, desde los 16 hasta los 41 años, pero con creciente disgusto: leía a militares del siglo XIX, descubría que se podía ser militar y liberal y culto..., ¡no como esos mandos que yo tenía!

¿Cómo eran sus mandos?

Brutos, franquistas, duros e incultos, sin preparación intelectual. En 1968 me arrestaron acusándome de "demócrata". Yo casi ni sabía qué era eso, ¡pero debía de ser bueno si aquellos tíos me arrestaban por ello!

¿Qué hizo usted?

Me acerqué a otros militares demócratas y, en 1974, fundamos la Unión de Militares Demócratas (UMD) con este ideario: eludir el golpismo, promover la democracia y disolvernos tras las elecciones democráticas.

¿Eran ustedes minoría, no?

Sí. Concitamos odios feroces de militares veteranos, pero la sociedad entendió que podía haber militares demócratas.

¿Con qué coste?

Sanciones, putadas, encarcelamientos... Luego he sabido que hubo planes de matarnos, y yo estaba en la lista... Hoy suelo comer con alguno de los que me espiaron para matarme.

¿Cuándo y por qué dejó el ejército?

El 23-F de 1981 sentí tanta vergüenza... Habíamos luchado por ser militares dignos y auténticos y no reincidentes golpistas... No lo soporté más.

¿Y cómo ve hoy el ejército?

Se ha profesionalizado y es una institución al servicio de un Estado democrático, digna y muy importante.

Administrada ahora por una mujer.

¡Un gesto de absoluta normalidad! Sólo deploro que compañeros que perdieron un año de sueldo por demócratas... no hayan merecido reparación alguna.

¿Qué hizo al dejar el ejército?

Me doctoré en Historia y me dediqué a investigar sobre la historia militar de España.

Resúmamela en una frase.

Es la historia de la mala leche. De la costumbre de resolver la política mediante violencia. Pronunciamientos, generales espadones, golpistas...

¿Dónde nace tan hispánica inclinación?

En la guerra contra el invasor francés: el ejército dejó de ser cosa de aristócratas y entró el pueblo llano. El ejército fue ya caja de resonancia social: a falta de una clase media como las europeas, el ejército tomará iniciativas, hará política...

Siempre a mandobles, ¿no?

Constitucionalistas o absolutistas, liberales o carlistas, progresistas o conservadores..., durante el siglo XIX los militares actuaron para darle el poder a un partido. Durante el siglo XX, para darse el poder a sí mismos.

Franco.

¡El hombre con más poder de la historia de España, más que el absolutista Fernando VII! Jefe de Estado, de Gobierno, Generalísimo de los Ejércitos, capitán general de los tres y jefe del partido único. Siete cargos: ¡le sacó tres puntos a la Santísima Trinidad!

¿Quién fue su primer predecesor?

El general Elio, en 1814: se pronunció a favor de Fernando VII contra la Constitución de Cádiz. Pero el primer espadón fue el liberal Baldomero Espartero.

¿Qué es un espadón?

El militar que controla el ejército y, mediante ese poder, la política del país. A Espartero, nacido pobre, ¡le ofrecen en 1870 ser rey de España! Ya retirado y casado con una millonaria, declina esta oferta de Prim. Por cierto, ambos habían bombardeado Barcelona, Prim en 1843: ¡destruyó 400 edificios!

¿Qué militar ha sido el más feroz?

El carlista Ramón Cabrera, Tigre del Maestrazgo:fusiló a 94 sargentos presos, a cuatro esposas de oficiales liberales que tenía como rehenes, a prisioneros... Eso sí, el militar español que más número de personas ha mandado fusilar ha sido Francisco Franco.

¿Y el más compasivo?

El general Luis Pinilla: contribuyó a frenar el 23-F y, cuando ascendió a general de división, abandonó el ejército para irse a vivir al Pozo del Tío Raimundo con el padre Llanos, como activista en tareas de caridad.

¿Y el general más exótico?

El dominicano Emilio Puello, nuestro único general negro ¡en época esclavista, el siglo XIX! O el marroquí Mohamed ben Mizziam: amigo de Franco, llegó a capitán general de Galicia. Le enviaron a Canarias para evitar el lío de un general musulmán ofrendando voto a Santiago Matamoros.

¿Y el general más inepto?

¡Tantos! Anote el ministro de Defensa más inútil de todos los tiempos: Federico Trillo.

¿Y su general favorito?

El general romano Cincinato. Le rogaron que salvase Roma: derrotó al enemigo y se volvió a casa. Y lo mismo una segunda vez. Entonces le propusieron ser dictador, y se negó: "¡Que resuelvan los problemas los políticos!". ¡Salve, Cincinato!

Le pido que me traiga algo de sus días como militar y llega con el sable que pendía de su uniforme cuando estaba en su guarnición de Es Castell, en Menorca. Una noche le asaltaron unos malhechores, desenfundó el hierro y "desaparecieron pitando". Pero Cardona es sosegado, pacífico y socarrón, y evoca con suave sarcasmo su infeliz vida como militar. Hoy es un feliz historiador, autor de un montón de estudios sobre nuestra historia militar, que ahora engrosa con A golpes de sable (Ariel), un libro sobre Los grandes militares que han marcado la historia de España,veintiún perfiles de señores de armas tomar. Cardona, ciudadano que se toma en serio el ejército, sigue dedicándole tiempo.

15-VII-08, V-M. Amela, lacontra/lavanguardia