ŽEl apartheidŽ, Pascal Boniface

El deporte y los Juegos Olímpicos han contribuido a la lucha contra el apartheid, el E régimen de segregación y dominación de los negros por los blancos instaurado en Sudáfrica.

Se ha acusado con frecuencia al COI de ser cómplice del apartheid. ¿Acaso el mismo barón Pierre de Coubertin no profesaba ideas colonialistas, incluso racistas?
¿No quería combatir esa pereza, según él, inherente a los africanos a través del deporte? ¿No calificó África de continente atrasado?Lo cierto es que el barón se limitaba a reflejar los prejuicios de su clase social y de su época.

El apartheid fue institucionalizado en 1948. El COI inició negociaciones con Sudáfrica para que pusiera fin a esa política. Según el COI, era incompatible con la Carta fundacional del COI, que hace del deporte un derecho humano, que puede ser practicado por todos los individuos y que condena toda forma de discriminación.

Pero el estadounidense Avery Brundage, muy reaccionario, apenas era sensible a la suerte de los negros y las negociaciones no dieron ningún resultado tangible, a pesar de la evidente violación de los principios de la Carta. Ningún negro sudafricano, fueran cuales fuesen sus logros deportivos, podía entonces pertenecer al equipo olímpico sudafricano.

La descolonización modificó las correlaciones de fuerzas. En 1962, una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas condenó la política de apartheid de Sudáfrica. En 1964, el COI retiró la invitación enviada al comité nacional olímpico sudafricano para participar en los Juegos Olímpicos de Tokio. La exclusión se renovó con ocasión de los de México, cuatro años más tarde. Cuarenta y un países habían amenazado con boicotear los Juegos si Sudáfrica estaba presente. Al final, el COI se anticipó a la ONU, que esperó hasta 1974 para suspender la participación de Sudáfrica.

En 1976, veintiséis países africanos boicotearon los Juegos de Montreal para protestar por la presencia, no de Sudáfrica, sino de Nueva Zelanda. Este país había permitido a su equipo de rugby participar en un torneo en Sudáfrica. La red se cerraba en torno al apartheid.

Para escapar a las críticas y dado que las presiones y sanciones se acentuaban en el terreno político y económico, el COI redactó en 1988 un documento titulado El olimpismo contra el apartheid.En este texto apeló al aislamiento total del deporte segregacionista y creó una comisión, Olimpismo y Apartheid, mediante la cual se impulsaba la iniciativa de encomendar a una serie de personalidades que observaran la evolución política en Sudáfrica, a fin de alentar una transición que permitiera a este país encontrar su lugar en el movimiento olímpico.

El apartheid fue desmantelado en 1990. A partir de 1992 Sudáfrica, al fin multirracial, participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona. Durante la ceremonia de apertura fue la delegación más aplaudida.

El boicot a Sudáfrica comenzó de hecho en su día en el terreno deportivo y posteriormente se extendió a ámbitos económicos y políticos. El deporte ayudó a abrir el debate sobre el apartheid, al llegar - a través de la información y movilización social- al gran público. Deporte y olimpismo se convirtieron así en la avanzadilla de la lucha contra el apartheid. No lograron vencerlo ellos solos, pero contribuyeron a su caída.

20-VIII-08, Pascal Boniface, lavanguardia