´Grandes usos del ADN´, Quim Monzó

... Mientras tanto, en Israel no se andan con rodeos. El Ayuntamiento de Petah Tikva -en las afueras de Tel Aviv- ha indicado a todos los dueños de perros que los lleven a un veterinario municipal. Allí, de forma gratuita, el veterinario tomará muestras de su boca y obtendrà su ADN. Con los ADN de todos convenientemente archivados, resultará entonces sencillísimo analizar el de cualquier deyección canina que encuentren por la calle. Se toma una muestra,  se determina quién es el perro -por lo tanto, quién es su dueño- e inmediatamente se le clava una multa del copón. La agencia Reuters, que informa de la noticia, recoge las declaraciones del veterianrio jefe de la ciudad, que es quien tuvo la idea. El hombre dice que, además, esa base de ADN puede servir para investigar las enfermedades genéticas de los perros e identificar a los callejeros, con lo que el chip electrónico ya no sería necesario.

Mientras tanto, nosotros continuaremos con la musiquita de siempre; cartas de indignación por la mierda que los perros dejan en la calle, acto seguido cartas en defensa de los perros -"porque ellos no son los culpables, pobrecitos, sino sus dueños"-, a continuación cartas de réplica... Y así por los siglos de los siglos. No quisiera yo que, cuando llegue aquí el día del Juicio Final, Dios, al bajar de la nube, sin querer pise un zurullo perruno.

5-X-08, Quim Monzó, magazine