Unión Europea: (suministro energético y) pelillos a la mar (Negra)

Cambio de estrategia respecto a Moscú. La urgencia por cerrar un acuerdo sobre seguridad de suministro energético con Rusia se impone. Dos meses después de congelar la negociación de un ambicioso acuerdo de asociación entre la UE y Rusia como represalia a la guerra contra Georgia de este verano, los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete acordaron ayer volver a la mesa de negociación, a pesar de sus discrepancias sobre el grado de cumplimiento de los acuerdos de paz.

"Hay que continuar el diálogo, no hay otra solución", resumió ayer el ministro francés Bernard Kouchner en nombre de la presidencia francesa de la UE. El giro sólo fue posible después de que Reino Unido y Suecia, defensores de la línea más dura con Rusia, lanzaran un alegato a favor de la vuelta a la negociación y arrastraran a Polonia y Lituania, que se resistían a suavizar el nivel de exigencia con Moscú.

Los líderes europeos, en una extraña muestra de unidad, acordaron en septiembre congelar las conversaciones con Rusia para la firma de un nuevo acuerdo económico y comercial más ambicioso, hasta que las tropas rusas volvieran a sus posiciones previas a la guerra. La claridad del enunciado se había convertido en un inconveniente para la mayoría de los socios europeos, partidarios de reanudar las negociaciones aunque sensu stricto, admiten algunos, Rusia no ha cumplido.

Lituania, preocupada por los últimos movimientos militares de su vecino ruso, mantuvo su oposición al cambio de estrategia. "Volver al diálogo ahora expondrá a la luz pública las debilidades de la UE", advertía la semana pasada en una tribuna de prensa el presidente Valdas Adamkus. Pero, formalmente, su oposición no impedirá a Nicolas Sarkozy, presidente de turno de la UE, anunciar la vuelta al diálogo en la cumbre que el viernes celebrará con Dimitri Medvedev.

El gobierno georgiano, que recientemente ha recibido 4.500 millones de euros en ayuda a la reconstrucción, recibió con consternación la noticia, que interpreta como una legitimación de las acciones bélicas de Moscú. Javier Solana, alto representante de Política Exterior, se comprometió a "no hacer como si nada" al tratar con Rusia. La negociación se iniciará después del 18 de noviembre, cuando se celebre la segunda ronda de negociaciones en Ginebra sobre el futuro estatus de Osetia del Sur y Abjasia, cuya independencia Moscú ha reconocido unilateralmente.

11-XI-08, B. Navarro, lavanguardia