´El aullido del profesor´, Xavier Boté

Los debates televisivos y tertulias radiofónicas sobre educación tienen escasa presencia de profesorado y abundancia de políticos y psicopedagogos de despacho que, por lo visto, nunca han pisado un aula como docentes. Así se van creando leyes en el ámbito educativo y planes de estudio alejados de la problemática que nos concierne. ¿Quieren saber realmente cuáles son las causas del fracaso escolar? La mayoría del profesorado lo sabe, pero la Administración prefiere ignorarlo.

Ellos apostaron en su día por la reforma educativa: "secundaria gratuita obligatoria". Loable sea lo de gratuita, pero en el añadido de obligatoria radican todos los males del sistema educativo actual.

Hay un porcentaje de alumnos que no quieren estudiar y, como se aburren, se dedican a entorpecer sistemáticamente la labor del profesorado. No es un porcentaje mayoritario pero sí suficiente para dar al traste con todo el esfuerzo del equipo docente. A estos alumnos conflictivos dedicamos una gran parte de nuestro esfuerzo en balde. Llevo años en la enseñanza y no he conocido aún ningún alumno con este perfil del que, al final de la etapa, hayamos podido celebrar su integración y su cambio de actitud respecto al estudio. Eso sí, si suspenden, la culpa es del profesor que no sabe motivarlos. Supongo que una manera de motivarlos y de fomentar el esfuerzo consiste en que no puedan repetir un curso más de una vez, aunque no hayan asimilado los mínimos requeridos, o que pasen de curso con tres o cuatro asignaturas suspendidas, o fomentar una serie de medidas disciplinarias irrisorias, no vaya a ser que el alumno entre en depresión y algunos padres clamen al cielo por la injusta sanción a su hijo. Ahora pregunto yo, ¿quién va a evaluar a las cabezas pensantes del Ministerio de Educación?

22-XI-08, cartasdeloslectores/lavanguardia