´Descendientes de Etelredo II el Indeciso´, Quim Monzó

Un servidor es ateo desde su más tierna infancia. Por eso me alegra la campaña publicitaria que -según explican- habrá en los autobuses de Barcelona a partir del miércoles 14.

Me parece bien el objetivo de sus ateos impulsores: mostrarse orgullosos de sus convicciones y contrarrestar el bombardeo de mensajes según los cuales quien "peca" está condenado al "infierno". Dicho lo cual he de confesarles que, para mí, la sorpresa han sido los nombres de las entidades promotoras. Sabía que los de las asociaciones cristianas, judías e islámicas acostumbran a ser pomposos y a veces ridículos, pero ahora constato que los de las organizaciones ateas no se quedan atrás. La Asociación Humanista Británica es la impulsora inicial, y ese es un nombre simple y por lo tanto sensato. Ateus de Catalunya también es simple y definitorio. Pero los nombres del resto de entidades promotoras dan bastante risa: Unión de Ateos y Librepensadores, Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores, Associació Valenciana d´Ateus i Lliurepensadors, Ateneu Eclèctic i Liberal d´Ateus i Agnòstics, y Unión de CyberAteos (Foro Ateo). Supongo que las palabras que más rechinan ahí son librepensadores y lliurepensadors,su equivalente catalán, que parecen sacadas de un armario con polillas.

Y me desconcierta lo del Ateneu Eclèctic i Liberal d´Ateus i Agnòstics. Y eso que es de Sants, mi barrio de infancia y juventud. Lo de Eclèctic, pase (porque no tengo espacio para entrar a fondo), pero no entiendo lo de los agnósticos. Ateo es quien niega la existencia de Dios. Agnóstico es quien cree que el entendimiento humano es incapaz de conocer "lo divino", lo que trasciende la experiencia. Entonces, ¿qué pintan juntos ateos y agnósticos, en un mismo club? Un día leí que, en cierta ocasión, Orson Welles declaró: "Siento gran amor y respeto por la religión, y gran amor y respeto por el ateísmo. Lo que odio es el agnosticismo, esa gente que no escoge". Me encantó esa opinión porque -también desde mi más tierna infancia- siempre he mirado a los agnósticos con recelo. Son los que nadan y guardan la ropa, parientes de esa gente que, en las encuestas de los diarios digitales, optan por el no sé.Ven una encuesta en la que pone "¿Considera justificado que el precio de los servicios públicos suba más que el IPC?" Hay tres botones donde clicar: sí; no; no sé. Ellos optan por el no sé. Otro día, en la encuesta pone "¿Cree que es condenable lo que está haciendo Israel con la población civil de Gaza?" También tres botones: sí; no; no sé. Vuelven a optar por el no sé. ¿Qué tipo de personas, sin que nadie les obligue a votar, toman la decisión de hacerlo y, de todas las opciones, clican -siempre- la del no sé? Pues los que mecánicamente adoptan la misma postura agnóstica ante cualquier dilema de la vida.

6-I-09, Quim Monzó, lavanguardia