Este verano, un día entré en Catalunya Ràdio, cogí el ascensor, apreté
el botón y entonces vi a un joven que corría para entrar. Metí pie y
hombro entre las puertas y volvieron a abrirse. Una vez dentro el joven
me dijo: "Quina casualitat. Precisament ahir em vaig fer amic teu a
Facebook". Puse cara de no saber de qué me hablaba. "Sí home, a la teva
pàgina de Facebook".
No sabía que tuviese yo una página en Facebook. Pero me explicaron que,
aunque tú no te apuntes, puede haber quien te apunte. Ese parece ser el
caso. Estos días que he tenido tiempo he entrado en Facebook y lahe
encontrado: "Welcome to the official Facebook page of Quim Monzó. Get
exclusive content and interact with Quim Monzó right from Facebook". No
sería mala idea ponerme a interactuar conmigo mismo, a ver qué pasa.
También veo que he actualizado mi perfil: "Quim Monzó ha actualitzat el
seu perfil". Veo que tengo amigos, yo que soy tan huraño.
Admiradors,pone. Son 2.047. No me tenía por tan sociable. Leo lo que
escribió Maria, el 2 de enero: "Impossible imaginar-me casa meva sense
un llibre teu!" O sea, que Maria se dirige a mí. Debe creer que he
montado la página. Casi todos deben creerlo porque, el 13 de diciembre,
Herman me dice: "Hola Quim, no ens coneixem, encara que una vegada,
passejant prop de rambla Catalunya, et vaig dir: ´Ei Quim!´ Vas
mirar-me amb cara de ´qui collons deu ser aquest?´ I crec que em vas
preguntar: ´Ens coneixem?´ Vaig respondre que no i, cordialment, ens
vam donar la mà". Aunque hay quien sospecha la verdad. Pau, por
ejemplo, que el 11 de diciembre escribió: "Hola Quim! Això ho llegeixes
tu de debò?" Descubro ahí incluso al joven con el que coincidí en el
ascensor. Veo que se llama Jordi, y que el 2 de septiembre escribió:
"L´altre dia em vaig trobar Quim Monzó a l´ascensor i, quan li vaig
comentar que m´havia fet admirador seu al Facebook, em va dir que no
sabia de què li parlava".
A mí me parece de maravilla tener una página en Facebook, y más si no
tengo que estar pendiente de ella. Aunque haya quien actúe de otro
modo. Días atrás el presidente de Guyana, Bharrat Jagdeo, se mosqueó
con la página que alguien ha creado en Facebook en su nombre. Explica
la BBC que tiene 170 admiradores (una miseria, francamente; yo tengo
2.047). Tanto se mosqueó Jagdeo que ha tomado dos decisiones. La
primera: emitir un comunicado diciendo que no tiene nada que ver con la
página. La segunda: ordenar una investigación a ver quién la ha creado.
Y en Marruecos, en el 2007, al que abrió en Facebook una página con el
nombre de un miembro de la familia real lo metieron en la cárcel. Yo no
aspiro a eso. Con que el número de errores e inexactitudes no supere al
de las enciclopedias (digitales y de papel) ya me doy por satisfecho.